Un "tatuaje electrónico" podría revolucionar la forma en que los pacientes son monitoreados y hasta transformar la forma en que se usan los videojuegos, según un grupo de científicos estadounidenses.
Utilizaron el dispositivo, más angosto que un cabello humano, para evaluar la actividad del cerebro y el corazón de pacientes, según describen en un trabajo publicado en la revista "Science".El sensor se adhiere a la piel del mismo modo que un tatuaje temporal y puede moverse, doblarse y estirarse sin romperse o despegarse.
Los investigadores esperan que sirva para reemplazar al aparatoso equipamiento de monitoreo que se utiliza hoy en los hospitales: un amasijo de cables, alambres, almohadillas recubiertas de gel pegajoso y pantallas.
Los científicos creen que esto puede resultar "angustiante", como en el caso de los pacientes con problemas cardíacos que deben cargar con un aparato para monitorearlos durante un mes, "para registrar comportamientos anormales, pero infrecuentes, del corazón".
Células fotoeléctricas
En el tatuaje, todos los piezas electrónicas están construidas con componentes flexibles, lo que implica que pueden ser estirados y comprimidos.También llevan unas pequeñas células fotoeléctricas que pueden generar energía o absorberla de radiación electromagnética.
El sensor está montado sobre una lámina de plástico soluble en agua, así que para adherirlo a la piel sólo hace falta mojarlo un poco, como se hace con un tatuaje temporal.
Se adhiere gracias la fuerza débil de interacción entre la piel y la capa de poliéster en la base del sensor, la misma fuerza que permite a las salamandras trepar paredes y techos.
En el estudio, el tatuaje fue utilizado para medir la actividad eléctrica en la pierna, el cerebro y el corazón. Los investigadores hallaron que las "medidas coinciden sorprendentemente bien" con las tomadas con medios tradicionales.
Hasta dos semanas
Sensores pequeños, menos invasivos, podrían ser especialmente útiles a la hora de monitorear a bebés prematuros o para estudiar a pacientes con apnea del sueño sin tener que mantenerlos conectados a cables durante la noche, dicen los científicos.Todd Coleman, de la Universidad de Illinois, EE.UU., dijo: "Si queremos entender el funcionamiento del cerebro en un contexto natural, eso es algo que es incompatible con los estudios realizados en laboratorios".
"Lo mejor es registrar las señales neuronales en un ambiente natural, con dispositivos que sean invisibles al usuario".
El tatuaje fue utilizado por hasta 24 horas sin que se comprometiera su funcionamiento ni se irritara la piel sobre la que estaba adherido.
De todos modos, el uso de más largo plazo sí presenta inconvenientes, ya que la piel está constantemente produciendo nuevas células y a medida que las de la superficie mueren, son descartadas, lo que implicaría que el sensor debería ser vuelto a colocar al menos cada 15 días.
¿Electrónica?, ¿biología?
Cuando el tatuaje fue adherido al cuello, fue capaz de detectar la diferencia entre palabras como "arriba", "abajo", "derecha", "izquierda", "avanzar" y "detenerse".Los investigadores utilizaron este mecanismo de control para manejar un sencillo juego de computadora.
John Rogers, también de la Universidad de Illinois, señaló: "Nuestra meta era desarrollar una tecnología electrónica que se pudiera integrar con la piel de una forma que fuera invisible al usuario".
"Es una tecnología que desdibuja el límite entre electrónica y biología".
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