Después de muchos intentos, por fin una tableta consigue planta cara al iPad 2 de Apple. De hecho, Samsung Galaxy Tab 10.1 se parece sospechosamente al dispositivo de la manzana. Es ligeramente más fino, apenas se percibepermite grabar vídeo en alta definición, la batería dura casi lo mismo (alrededor de 9 horas) y a primera vista hasta se podría confundir si no tuviera los bordes un poquito más biselados.Desde que en enero se anunció Honeycomb, la versión de Android para tabletas, muchas han sido las propuestas de la industria, pero pocas compensaban un precio cercano al iPad 2 con características más cercanas al iPad inicial que la nuevo competidor. El sistema operativo es sencillo, claro e intuitivo, quizá incluso más que el de los teléfonos.
La superficie frontal del Galaxy Tab de 10 pulgadas es totalmente plana, no hay ningún botón en la misma. El de encendido, subida o bajada de volumen y las ranuras de ampliación de memoria y tarjeta SIM se esconden en el lateral.
A diferencia del aparato de Jobs no es necesario tener un ordenador para comenzar a usarlo, tampoco para actualizarlo. Y, esto se agradece especialmente, no hay que pasar por el farragoso iTunes para cargar la tableta con contenidos. Al conectarlo al ordenador lo detecta como un disco duro externo. Solo hay que arrastrar y soltar, sin más complicaciones.
Las carencias no parecen tanto responsabilidad del fabricante como del sistema operativo porque todavía faltan programas que expriman y saquen a relucir los posibilidades del aparato. La calidad y potencia de la tableta se notan cuando muestra un vídeo, ya sea grabado con la cámara trasera o de YouTube, o cuando se hace videoconferencia, pero se hace difícil usarla para editar los fragmentos grabados y crea un videoclip más completo. Por cierto, sí carga contenidos en formato flash.
En el Android Market, la tienda de aplicaciones de Google, se echa un falta un programa equivalente a iMovie o Garage Band para explotar la creatividad. Tampoco hay un FlipBoard para leer tranquilamente contenido de blogs o redes sociales con una maquetación cuidada.
Aún así, el software con que viene cargado por defecto es generoso: una gestor de música, otro de correo, varios juegos y un lector de libros electrónicos y Google Maps así como una sencilla calculadora y pequeños programas para gestionar gastos. Samsung incluye algunos programas para gestionar redes sociales o incluir noticias de interés o información meteorológica en cualquiera de los cinco escritorios.
La tableta se puede comprar libre por 499 euros, aunque tanto Vodafone como Orange la ofrecen con tarifas de datos desde 199 y 329 euros respectivamente. Se puede escoger con la parte trasera en blanco o negro.
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