Las páginas bajo el dominio de primer nivel .xxx, cuya existencia fue aprobada por la Organización ICANN a principios de año, están a punto de materializarse. Por eso se están intensificando las campañas de advertencia a las empresas para que protejan sus marcas y eviten ser capturadas por la industria del porno.
El Registro ICM ha dado margen a los propietarios para que reserven los nombres de dominio correspondientes a sus “trademarks” desde el 7 de septiembre hasta el 28 de octubre, fecha en la que se abrirá el mercado también para los dueños de sitios con contenidos pornográficos.
Las empresas que no aprovechen este período de exclusividad podrían pagarlo muy caro. “Recomendamos a los negocios que no pertenecen a la industria para adultos que protejan su marca comercial y su reputación frente a actividades maliciosas o inadecuadas, bloqueando el acceso a dominios .xxx que lleven su nombre”, dice Dawn Osborne, presidente de FLAG, el brazo legal de la Federación Contra el Robo de Software.
“Si lo hacen inicialmente, durante el período de registro escalonado, estarán sujetos permanente a los términos y condiciones del ICM”, explica Osborne. “Si esperan más allá del ’sunrise period’, tendrán que hacerlo anualmente con un coste adicional”.
Por lo general, reservar un domino durante la primera fase de registro supone un desembolso único de unos 230 euros.
A finales de octubre los dominios que queden libres estarán disponibles para miembros de la industria pornográfica y, a partir del 7 de diciembre, se entrará en una fase de registro por orden de llegada en el que cualquier persona podrá hacerse con una triple x mediante el pago de una cuota mensual.
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