La incertidumbre que se cierne estos días sobre la exploración espacial ha salpicado a la Estación Espacial Internacional. Hasta ahora, este laboratorio que orbita a unos 350 kilómetros de la Tierra había sido el mayor ejemplo de colaboración y armonía entre sus socios: EEUU, Rusia, la Agencia Europea del Espacio (ESA), Japón y Canadá.
Esto se enturbió la semana pasada cuando Vitaly Davydov, vicedirector de Roscosmos, la agencia espacial rusa, sugirió que la estación sería arrojada al Oceáno Pacífico después de 2020, según Ria Novosti.
La fecha marca el límite actual de su vida útil. Terminada esta, Davydov decía que el hundimiento era la única opción, ya que el ingenio se convertiría en peligrosa chatarra espacial. Sus comentarios iban en la dirección contraria que los de EEUU y el resto de socios, que están negociando ampliar la vida del proyecto hasta 2028, según explicó un portavoz de la NASA a Fox News. Poco después, la jefa de prensa de Roscosmos dio marcha atrás y aseguró que los comentarios del hundimiento fueron sacados de contexto. Además confirmó que los países miembros "ampliarán el periodo de la ISS", informó Interfax. Sin embargo se reafirmó en que el futuro último del artefacto pasa por "hundirlo".
EEUU acaba de jubilar las naves con las que viajaba al espacio. Por ahora, su única forma de llegar a la ISS es a bordo de naves rusas de diseño soviético. En lugar de construir sus propios vehículos, el Gobierno de Barack Obama ha apostado por una nueva flota de naves privadas cuya siguiente prueba llegará el 30 de noviembre. Ese día, una cápsula Dragon sin tripulación tiene previsto viajar a la ISS, acoplarse a ella y regresar a la Tierra, según explicó a Reuters un portavoz de SpaceX, la compañía responsable de la nave.
Esto se enturbió la semana pasada cuando Vitaly Davydov, vicedirector de Roscosmos, la agencia espacial rusa, sugirió que la estación sería arrojada al Oceáno Pacífico después de 2020, según Ria Novosti.
La fecha marca el límite actual de su vida útil. Terminada esta, Davydov decía que el hundimiento era la única opción, ya que el ingenio se convertiría en peligrosa chatarra espacial. Sus comentarios iban en la dirección contraria que los de EEUU y el resto de socios, que están negociando ampliar la vida del proyecto hasta 2028, según explicó un portavoz de la NASA a Fox News. Poco después, la jefa de prensa de Roscosmos dio marcha atrás y aseguró que los comentarios del hundimiento fueron sacados de contexto. Además confirmó que los países miembros "ampliarán el periodo de la ISS", informó Interfax. Sin embargo se reafirmó en que el futuro último del artefacto pasa por "hundirlo".
EEUU acaba de jubilar las naves con las que viajaba al espacio. Por ahora, su única forma de llegar a la ISS es a bordo de naves rusas de diseño soviético. En lugar de construir sus propios vehículos, el Gobierno de Barack Obama ha apostado por una nueva flota de naves privadas cuya siguiente prueba llegará el 30 de noviembre. Ese día, una cápsula Dragon sin tripulación tiene previsto viajar a la ISS, acoplarse a ella y regresar a la Tierra, según explicó a Reuters un portavoz de SpaceX, la compañía responsable de la nave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario