Lo que hay detrás de las invasiones en el norte argentino

Empezó a fines de julio, cuando un grupo de pobladores de la norteña provincia argentina de Jujuy, liderados por militantes de izquierda, tomó un predio de una empresa azucarera y fue desalojado a la fuerza, en un violento incidente en el que murieron tres de los ocupantes y un policía.

Una semana después, las tomas de terrenos se multiplicaron por todo Jujuy: más de 10.000 personas ahora ocupan de manera ilegal tierras privadas, plazas públicas, campos de caña y otros espacios.


El estallido social recordó a muchos clic lo ocurrido en diciembre de 2010 en Buenos Aires, cuando miles de ocupantes irregulares tomaron el parque Indoamericano, en el sur de la capital argentina, provocando enfrentamientos que también dejaron muertos y llevó a un prolongado conflicto político.
Agustín Algorta, director social nacional de la ONG argentina Un techo para mi país, dedicada a los problemas de vivienda, dijo a BBC Mundo que estos episodios son un reflejo del grave déficit habitacional que padece Argentina.
Según datos recogidos por el censo nacional de 2001, hacen falta unas 3 millones de casas para albergar a las cerca de 12.000 personas que no tienen un hogar digno. Eso equivale a un cuarto de la población argentina.
Además del crecimiento demográfico, el aumento de los precios de los alquileres y el poco acceso a crédito hipotecario ha dejado a millones de personas sin acceso a un lugar donde vivir.

El turismo, un arma de doble filo

En Jujuy, el problema se ve potenciado por la falta de espacios disponibles.
La socióloga y politóloga Gabriela Delamata, investigadora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Nacional San Martín (Unsam), señaló que el boom de la industria turística en esa provincia ha agravado el problema del déficit de viviendas.

“El turismo es la principal fuente de ingresos de la provincia pero en muchos de los pueblos el desarrollo de esta industria ha expulsado a los habitantes de menos recursos, que tienen pocos lugares donde vivir”, dijo a BBC Mundo.
Las autoridades jujeñas estiman que al menos 10.000 familias reclaman una vivienda.
Hay otros factores que explican la crisis habitacional que padece esta provincia de 670.000 habitantes.
“Hay un mal manejo muy grande con respecto a la propiedad de tierra. Muchos de los títulos que se entregan son irregulares y es común que distintas familias reclamen el mismo terreno”, explicó la experta.
Según la ley argentina, una persona que ocupa de forma habitual un terreno por veinte años, pasa a ser propietario del mismo.

Trasfondo político

Más allá de las necesidades habitacionales del pueblo jujeño, la multiplicación de tomas en la provincia también tiene un fuerte carácter político.
Este domingo se celebran en el país elecciones primarias nacionales, de cara a los comicios generales de octubre.
Por eso, muchos ven en lo que ocurre en Jujuy una fuerte cuota de oportunismo político.
Además de la coyuntura electoral, hay otro tema político detrás de este fenómeno de las ocupaciones: una disputa entre organizaciones sociales que reclaman fondos del Estado.
En Jujuy, la mayoría de los planes de vivienda financiados desde el gobierno no son manejados por el gobierno provincial –a pesar de que es oficialista- sino por la agrupación Tupac Amaru, liderada por la carismática y polémica dirigente Milagro Sala.
Otros grupos, como la Corriente Clasista Combativa (CCC), que lideró la ocupación que dio pie a las tomas masivas en esta provincia, exigen sus propio acceso a viviendas sociales.