El día empezó con las bolsas de Asia a la baja, continuando con la tendencia de la semana pasada, cuando la mayoría de índices bursátiles del planeta registraron importantes pérdidas.
El selectivo Nikkei de la bolsa de Tokio cayó un 2,18%, mientras que los mercados de Hong Kong, Seúl y Shanghái registraron pérdidas del 2,17%, 3,82% y 3,79% respectivamente.
En Europa, el FTSE 100 de Londres perdía más de un 4% y el Cac 40 de París un 3,6%. Mientras que el Dax de Fráncfort caía hasta un 4,35%.
Algo mejor fue la jornada en los mercados español e italiano, que aunque recibieron la iniciativa del Banco Central Europeo de comprar deuda soberana de esos países con subidas iniciales, después se sumaron a la tenedencia de descensos, aunque de forma algo más amortiguada, con retrocesos de algo más del 1%.
Los mercados americanos siguieron la misma línea y empezaron el día en negativo.
"Lunes negro"
Ante el temor de que se produjera un nuevo "lunes negro", los responsables de finanzas de las principales economías del planeta mantuvieron conversaciones durante todo el fin de semana para coordinar una estrategias.
Y es que tras los acontecimientos de los últimos días -con el incremento de la prima de riesgo de España e Italia hasta niveles récord y la clic salida de EE.UU. del club de países cuya deuda ostenta en todas las agencias de calificación la máxima nota- muchos temían que se pueda repetir una situación similar a la vivida tras la caída del banco estadounidense Lehman Brothers hace tres años.
Así, el domingo el clic Banco Central Europeo (BCE) adelantó su intención de "implementar" su programa de compra de deuda pública, con lo que dio a entender que podría empezar a adquirir deuda soberana de España e Italia para evitar un contagio de la crisis a estos países.
La estrategia del BCE -que según explicó el editor de asuntos económicos de la BBC Robert Peston enfrenta la oposición de varios países de la eurozona- fue dada a conocer después de que los consejeros de la autoridad monetaria europea celebraran una videoconferencia de urgencia.
Tras las mismas, el grupo de países ricos emitió un comunicado en el que afirmó estar decidido a llevar a cabo medidas coordinadas para asegurar la liquidez y apoyar al funcionamiento de los mercados financieros, la estabilidad financiera y el crecimiento económico.
Los analistas han señalado que en las actuales circunstancias, la volatilidad en los mercados continuará en las próximas semanas.
La decisión de S&P de rebajar la calificación de los bonos del Tesoro de EE.UU. -que ha sido duramente criticada por las autoridades estadounidenses- no hizo más que echar leña al fuego.
"Esta rebaja es un hecho sin precedentes", señaló al analista Alvin Liew, del banco UOB de Singapur.
"Tiene implicaciones y demuestra que las perspectivas de crecimiento en EE.UU. siguen siendo pobres y seguirán así durante los próximos dos o dos años y medio", aseguró Liew.
Por su parte, la agencia de calificación de riesgos Moody's repitió este lunes su advertencia de rebajar la nota de EE.UU. antes de 2013 si se debilita significativamente la perspectiva de su situación fiscal o macroeconómica.
La agencia no se dejó impresionar por un acuerdo de última hora alcanzado la semana pasada para aumentar el límite de deuda en US$2,4 billones.
Con él se evitó un potencial default (cesación de pagos) de EE.UU., pero sólo se logró tras meses de disputas en el Congreso estadounidense.
La rebaja -que podría elevar el costo del endeudamiento de EE.UU.- no fue bien recibida por la Casa Blanca.
Un asesor económico de Barack Obama condenó la decisión de S&P.
"Parece que la institución ha comenzado con una conclusión y ha dado forma a algunos argumentos para que se ajusten a ella", dijo Gene Sperling.
La rebaja podría reforzar el temor de muchos inversores de que la economía de EE.UU. reduzca su ritmo de crecimiento y entre en una nueva recesión.
Si ello sucediera, los efectos también se dejarían sentir en el resto del planeta.
Y es que tras los acontecimientos de los últimos días -con el incremento de la prima de riesgo de España e Italia hasta niveles récord y la clic salida de EE.UU. del club de países cuya deuda ostenta en todas las agencias de calificación la máxima nota- muchos temían que se pueda repetir una situación similar a la vivida tras la caída del banco estadounidense Lehman Brothers hace tres años.
Así, el domingo el clic Banco Central Europeo (BCE) adelantó su intención de "implementar" su programa de compra de deuda pública, con lo que dio a entender que podría empezar a adquirir deuda soberana de España e Italia para evitar un contagio de la crisis a estos países.
La estrategia del BCE -que según explicó el editor de asuntos económicos de la BBC Robert Peston enfrenta la oposición de varios países de la eurozona- fue dada a conocer después de que los consejeros de la autoridad monetaria europea celebraran una videoconferencia de urgencia.
Apoyo a los mercados
Mientras, los ministros de Finanzas del G7 -que reúne a las potencias económicas más importantes del planeta- también sostuvieron este domingo conversaciones de emergencia para ver cómo calmar a los mercados antes de su apertura este lunes.Tras las mismas, el grupo de países ricos emitió un comunicado en el que afirmó estar decidido a llevar a cabo medidas coordinadas para asegurar la liquidez y apoyar al funcionamiento de los mercados financieros, la estabilidad financiera y el crecimiento económico.
Los analistas han señalado que en las actuales circunstancias, la volatilidad en los mercados continuará en las próximas semanas.
La decisión de S&P de rebajar la calificación de los bonos del Tesoro de EE.UU. -que ha sido duramente criticada por las autoridades estadounidenses- no hizo más que echar leña al fuego.
"Esta rebaja es un hecho sin precedentes", señaló al analista Alvin Liew, del banco UOB de Singapur.
"Tiene implicaciones y demuestra que las perspectivas de crecimiento en EE.UU. siguen siendo pobres y seguirán así durante los próximos dos o dos años y medio", aseguró Liew.
Por su parte, la agencia de calificación de riesgos Moody's repitió este lunes su advertencia de rebajar la nota de EE.UU. antes de 2013 si se debilita significativamente la perspectiva de su situación fiscal o macroeconómica.
Temores
S&P justifició su decisión en la preocupación por el enorme déficit de Washington y la supuesta ingobernabilidad derivada de las disputas entre demócratas y republicanos.La agencia no se dejó impresionar por un acuerdo de última hora alcanzado la semana pasada para aumentar el límite de deuda en US$2,4 billones.
Con él se evitó un potencial default (cesación de pagos) de EE.UU., pero sólo se logró tras meses de disputas en el Congreso estadounidense.
La rebaja -que podría elevar el costo del endeudamiento de EE.UU.- no fue bien recibida por la Casa Blanca.
Un asesor económico de Barack Obama condenó la decisión de S&P.
"Parece que la institución ha comenzado con una conclusión y ha dado forma a algunos argumentos para que se ajusten a ella", dijo Gene Sperling.
La rebaja podría reforzar el temor de muchos inversores de que la economía de EE.UU. reduzca su ritmo de crecimiento y entre en una nueva recesión.
Si ello sucediera, los efectos también se dejarían sentir en el resto del planeta.
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