Un equipo de paleontólogos ha desenterrado en Uganda el cráneo más antiguo y completo de un primate. Vivió hace 20 millones de años en Karamoja, al noreste del país. "Es la primera vez que se encuentra la calavera completa de un primate de esta edad", celebró ayer el paleontólogo del College de France (París) Martin Pickford, uno de los descubridores del fósil, informa AFP.
Durante una rueda de prensa celebrada ayer en Kampala, el equipo de expertos ugandeses y franceses explicó que los restos pertenecieron al Ugandapithecus major, una especie descrita por Pickford en 2000. Era un "primo lejano" de los grandes simios actuales, según sus descubridores. El espécimen hallado murió a los 10 años y tenía el tamaño de un chimpancé, aunque su cerebro era más pequeño, similar al de los papiones. "Ahora podremos entender mejor la evolución cerebral y facial y ver cómo se conecta con la de otros primates modernos y la de nuestra propia familia", señaló Brigitte Senut, experta en grandes simios del Museo Nacional de Historia Natural de Francia y codescubridora del cráneo.Los restos aún no han sido descritos en detalle, lo que impide a expertos independientes valorar su importancia real. Antes serán enviados a Francia para su limpieza y análisis con rayos X, detalló Senut, quien aclaró que, tras este estudio, los restos "serán devueltos al país de origen".
"Es un hallazgo muy interesante que puede aportar mucha información, aunque no sabremos cuánta hasta que podamos analizar los restos", advierte Salvador Moyà-Solà, director del Institut Català de Paleontología. Más allá de los 20 millones de años, los restos de primates se limitan a dientes sueltos, lo que dificulta reconstruir cómo evolucionaron. De ahí la importancia del hallazgo de Pickford para reconstruir la epopeya evolutiva que desemboca en el Homo sapiens.
El Ugandapithecus era un hominoideo, un grupo con formas antropoides que hoy incluye al hombre y los grandes simios, pero con los que no estaba emparentado. "Era el hominoideo más grande conocido en aquella época, una especie de gorila primitivo", explica Moyà-Solà. Sí tenía lazos con los procónsules, otra familia de hominoideos de menor tamaño que vivieron en aquella época (el Mioceno) y que hoy están extintos. El rasgo más humano que tuvieron fue la ausencia de cola.
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