Dieciséis ejecutivos, incluyendo la mujer más rica de Europa, la heredera de L'Oreal, Liliane Bettencourt, se ofrecieron en una carta abierta a pagar una "contribución especial" con un espíritu de "solidaridad".
Este miércoles, las autoridades anunciaron la creación de un nuevo impuesto que gravará el 3% a los que ingresen más de US$720.000 al año. Será temporal y se retirará cuando el país alcance el objetivo del 3% del déficit -previsto para 2013-.
Se incluye dentro del paquete más duro de medidas de austeridad aprobado por Francia en los últimos tiempos con el objetivo de tranquilizar a los mercados y frenar el déficit. Esperan lograr un ahorro presupuestario de US$16.000 millones entre este año y el próximo.
Entre otras cosas, prevé imponer mayores impuestos a las empresas y establecerlos para las horas extraordinarias -hasta ahora beneficiadas de exoneración fiscal-.
También aumentará en un 6% las tasas sobre el tabaco, algo que el año que viene extenderá a las bebidas alcohólicas y azucaradas.
Con todas estas iniciativas, Francia busca asegurarse de que cumplirá sus objetivos máximos de déficit establecidos en el 5,7 % para este año, el 4,5 % para el próximo (frente al 4,6 % previsto antes) y el 3 % en 2013.
El gobierno se ha visto obligado a actuar después de los recientes temores de que la calificación de riesgo credicitico de Francia, ahora en el máximo de AAA, pueda bajar.
Carta de los multimillonarios
Antes del anuncio apareció una carta en la página web de la revista francesa Le Nouvel Observateur.La carta estaba firmada por algunos de los más prominentes ejecutivos de Francia, entre ellos Christophe de Margerie de la empresa petrolera Total, Frederic Oudea, del banco Societe Generale, y Jean-Cyril Spinetta, director de la aerolínea Air France.
"Nosotros, presidentes o directivos de empresas, hombres o mujeres de negocios, financieros, profesionales o ciudadanos adinerados deseamos que se instaure una contribución especial que afecte a los contribuyentes franceses más favorecidos", dicen en el texto.
Los firmantes dijeron que se han beneficiado del sistema francés. "En un momento en el que el déficit de las cuentas públicas y las perspectivas de un agravamiento de la deuda del Estado amenazan el futuro de Francia y de Europa, en un momento en el que el gobierno nos pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir", añaden.
Advirtieron, sin embargo, que la contribución no debe ser tan severa como para provocar un éxodo de los ricos o un aumento de la evasión fiscal.
La medida sigue la línea del llamado del inversor multimillonario estadounidense clic Warren Buffett, la semana pasada, para que los ricos paguen más impuestos.
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