Un río subterráneo que fluiría bajo el río Amazonas y cuya existencia ha sido cuestionada, no sería en realidad un río en el sentido convencional.
La polémica sobre el "río" ha generado gran interés tras la presentación de un estudio la semana pasada durante un encuentro científico en Brasil.Los investigadores involucrados, le dijeron a la BBC que se trata de el agua se mueve a través de rocas porosas a una velocidad de centímetros por año y por tanto no fluye.
Otro experto agregó que el agua era muy salada.
El descubrimiento
Valiya Hamza y Elizabeth Tavares Pimental, del Observatorio Nacional Brasileño, descubrieron este extraño fenómeno a partir de datos sobre la temperatura de distintos pozos en el Amazonas.Los pozos fueron cavados por la compañía petrolera Petrobras en su búsqueda de nuevos yacimientos, obteniendo datos que entregó a la comunidad científica.
A través de modelos matemáticos relativos a la diferencia en temperatura del agua en movimiento, los investigadores calcularon que el agua debía estar moviéndose hacia abajo y luego fluyendo horizontalmente a una profundidad de varios kilómetros.
Se concluyó que el movimiento era de oeste a este, siguiendo la trayectoria del mismo Amazonas.
¿El mayor río subterráneo del mundo?
Un verdadero río subterráneo a esta escala (6.000 kilómetros de largo) sería el mayor del mundo de estas características.
Pero el profesor Hamza explicó que no es un río en el sentido convencional de la palabra.
"Hemos usado el término río más en un sentido genérico que en una noción popular", dijo.
En el Amazonas, apuntó, el agua es transportada por tres tipos de río: el Amazonas mismo, como vapor de agua circulando en la atmósfera y de forma subterránea.
"Según las características del terreno en la cuenca de Amazonas, la capa media es permeable y el agua fluye a través de poros... Asumimos que la capa media tiene suficientemente permeabilidad como para permitir que el agua fluya bajo la superficie".
El total del volumen del agua en circulación calculado es de unos 4.000 metros cúbicos por segundo. Lo que es significativo, aun siendo sólo un pequeño porcentaje del agua que transporta el Amazonas en la superficie.
Se estima que la velocidad del movimiento es incluso más lento que en los glaciares.
Otros científicos como Jorge Figueiredo, de la compañía Petrobras, discuten el hecho de que el agua sea realmente transportada a través de la región de esta manera.
"Primero de todo, la palabra río debería ser eliminada del proyecto. No es un río en absoluto", le dijo a la BBC.
El agua y otros fluidos podrían discurrir a través de los poros de la roca sedimentaria, dijo, pero sería improbable que alcanzara el océano Atlántico porque las cuencas sedimentarias con rocas porosas están separadas por depósitos de roca más antigua, que constituye una barrera impermeable.
"Pero el mayor problema es que a una profundidad de 4.000 metros, no hay posibilidad de que haya agua fresca. Tenemos datos que indican que el agua es salina", dijo el científico.
"Mis colegas y yo pensamos que esta investigación es discutible".
Sin embargo, Hamza lo negó afirmando que los métodos geotermales "son los mejores para detectar flujos a tan baja velocidad".
"Con una baja velocidad, las técnicas experimentales presentan dificultades considerables".
Según dijo, podría ser posible examinar los sedimentos transportados al Atlántico por el flujo subterráneo.
Los resultados de la investigación llamada "Indicios de un río subterráneo bajo el río Amazonas: estimaciones de los resultados de estudios geotermales", fueron presentados en el XII Congreso Internacional de la Sociedad Geofísica de Brasil, en Río de Janeiro y no han sido publicados en ninguna revista científica.
Por el momento, al misterioso flujo de agua se le ha llamado "Río Hamza".
Pero el profesor Hamza explicó que no es un río en el sentido convencional de la palabra.
"Hemos usado el término río más en un sentido genérico que en una noción popular", dijo.
En el Amazonas, apuntó, el agua es transportada por tres tipos de río: el Amazonas mismo, como vapor de agua circulando en la atmósfera y de forma subterránea.
"Según las características del terreno en la cuenca de Amazonas, la capa media es permeable y el agua fluye a través de poros... Asumimos que la capa media tiene suficientemente permeabilidad como para permitir que el agua fluya bajo la superficie".
El total del volumen del agua en circulación calculado es de unos 4.000 metros cúbicos por segundo. Lo que es significativo, aun siendo sólo un pequeño porcentaje del agua que transporta el Amazonas en la superficie.
"No es un río"
El flujo subterráneo podría ser confirmado con mediciones en las zonas costeras, sugieren los científicos.Se estima que la velocidad del movimiento es incluso más lento que en los glaciares.
Otros científicos como Jorge Figueiredo, de la compañía Petrobras, discuten el hecho de que el agua sea realmente transportada a través de la región de esta manera.
"Primero de todo, la palabra río debería ser eliminada del proyecto. No es un río en absoluto", le dijo a la BBC.
El agua y otros fluidos podrían discurrir a través de los poros de la roca sedimentaria, dijo, pero sería improbable que alcanzara el océano Atlántico porque las cuencas sedimentarias con rocas porosas están separadas por depósitos de roca más antigua, que constituye una barrera impermeable.
"Pero el mayor problema es que a una profundidad de 4.000 metros, no hay posibilidad de que haya agua fresca. Tenemos datos que indican que el agua es salina", dijo el científico.
"Mis colegas y yo pensamos que esta investigación es discutible".
"Río Hamza"
Reportes de prensa sugieren que el profesor Hamza piensa confirmar sus resultados en los próximos años mediante el uso de métodos más directos.Sin embargo, Hamza lo negó afirmando que los métodos geotermales "son los mejores para detectar flujos a tan baja velocidad".
"Con una baja velocidad, las técnicas experimentales presentan dificultades considerables".
Según dijo, podría ser posible examinar los sedimentos transportados al Atlántico por el flujo subterráneo.
Los resultados de la investigación llamada "Indicios de un río subterráneo bajo el río Amazonas: estimaciones de los resultados de estudios geotermales", fueron presentados en el XII Congreso Internacional de la Sociedad Geofísica de Brasil, en Río de Janeiro y no han sido publicados en ninguna revista científica.
Por el momento, al misterioso flujo de agua se le ha llamado "Río Hamza".
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