El éxito en las últimas cuentas trimestrales y el avance imparable de equipos como el iPad y el iPhone han llevado a Apple a convertirse en un auténtico refugio para los inversores en la actual tormenta que viven las bolsas. Los números están ahí. Las acciones de la empresa acumulan un avance del 20% desde principios de año, mientras que el Nasdaq ha registrado una evolución prácticamente plana en ese periodo.
Además, el avance de Apple se ha producido en las últimas semanas, cuando ha arreciado la crisis de deuda con el consiguiente impacto sobre las bolsas. Desde finales de junio, la compañía ha visto cómo sus acciones subían más de un 23%. De hecho, la pasada semana marcaron su máximo histórico, alcanzando la cota de los 404 dólares. En estos momentos, sus títulos se mueven cerca de ese precio, en el entorno de los 390 dólares, lo que atribuyen al grupo de Steve Jobs una capitalización bursátil superior a 360.000 millones de dólares.
Estas cifras sitúan a Apple a solo 23.000 millones de Exxon Mobil, compañía líder de EE UU en términos de valor de mercado.
Y la diferencia podría reducirse si Apple logra acercarse a los precios objetivos que sobre sus acciones tienen establecidos algunos de los analistas que siguen a la empresa. Así, por ejemplo, la casa de bolsa Ticonderoga Securities mantiene un precio objetivo para la acción de Apple de 666 dólares, lo que otorgaría a la empresa una capitalización bursátil superior a 618.000 millones de dólares. A su vez, Piper Jaffray sitúa el precio objetivo de la acción de la compañía en 607 dólares, Caris & Company en 600 dólares, mientras que una legión de analistas creen que el valor está por encima de los 500 dólares.
¿Dónde está el potencial de la empresa de Jobs? Parece que en muchos puntos. Esta semana, Piper Jaffray no descartó que la compañía doble la cuota de mercado en el segmento de los smartphones gracias a su iPhone, del que ya se espera el nuevo modelo. Un avance que se haría a costa de los terminales con el sistema operativo Android de Google, que de momento está intratable. En el último trimestre, Apple vendió 20,34 millones de unidades de su iPhone, cifra que supone un aumento del 142% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. De cara al trimestre que concluye en diciembre, y que coincide con la campaña navideña, ya hay analistas que calculan que Apple venderá 30 millones de iPhones.
Este crecimiento de las ventas del smartphone contribuyó a que Apple elevara sus ingresos en un 82% hasta 28.570 millones de dólares. El iPhone supone un 46% de sus ventas.
En los nueve primeros meses, hasta junio, de su ejercicio fiscal (que concluye en septiembre), Apple alcanzó un volumen de negocio de 79.979 millones, un 78% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Parece claro que la compañía está en disposición de cerrar el año con un volumen de negocio superior a 100.000 millones de dólares.
Este incremento de los ingresos, el enésimo de la última década, ha llevado a Apple a batir su récord absoluto de liquidez. La compañía cerró el último trimestre con más de 76.000 millones de dólares entre tesorería, inversiones a corto plazo e inversiones a largo plazo. En EE UU, al calor de la disputa política por el techo de la deuda, ya se bromea con que la compañía tiene más dinero que el propio Gobierno. Marketwatch recordaba que la cifra supera al PIB de países como Ecuador, Bulgaria, Sri Lanka y Costa Rica.
Debate del dividendo
Con estos números, el debate sobre la negativa de Apple a pagar dividendos o recomprar acciones se ha reabierto una vez más. Por una parte se sitúan quienes creen que la empresa no necesita retribuir a sus accionistas directamente, quienes se han beneficiado de la continua revalorización en Bolsa de los títulos. Por otra parte, están los analistas que creen que Apple debería pagar dividendos o recomprar acciones para atraer nuevos inversores y ayudarles a gestionar sus carteras.
En cualquier caso, y pese a la resistencia de Jobs a pagar dividendos, los inversores se siguen acercando a Apple. Se siguen refugiando en la compañía y en el éxito de su iPhone, su iPad y su iTunes además de en apuestas futuras como el iCloud, para mantener su dinero en un sitio seguro.
Además, el avance de Apple se ha producido en las últimas semanas, cuando ha arreciado la crisis de deuda con el consiguiente impacto sobre las bolsas. Desde finales de junio, la compañía ha visto cómo sus acciones subían más de un 23%. De hecho, la pasada semana marcaron su máximo histórico, alcanzando la cota de los 404 dólares. En estos momentos, sus títulos se mueven cerca de ese precio, en el entorno de los 390 dólares, lo que atribuyen al grupo de Steve Jobs una capitalización bursátil superior a 360.000 millones de dólares.
Estas cifras sitúan a Apple a solo 23.000 millones de Exxon Mobil, compañía líder de EE UU en términos de valor de mercado.
Y la diferencia podría reducirse si Apple logra acercarse a los precios objetivos que sobre sus acciones tienen establecidos algunos de los analistas que siguen a la empresa. Así, por ejemplo, la casa de bolsa Ticonderoga Securities mantiene un precio objetivo para la acción de Apple de 666 dólares, lo que otorgaría a la empresa una capitalización bursátil superior a 618.000 millones de dólares. A su vez, Piper Jaffray sitúa el precio objetivo de la acción de la compañía en 607 dólares, Caris & Company en 600 dólares, mientras que una legión de analistas creen que el valor está por encima de los 500 dólares.
¿Dónde está el potencial de la empresa de Jobs? Parece que en muchos puntos. Esta semana, Piper Jaffray no descartó que la compañía doble la cuota de mercado en el segmento de los smartphones gracias a su iPhone, del que ya se espera el nuevo modelo. Un avance que se haría a costa de los terminales con el sistema operativo Android de Google, que de momento está intratable. En el último trimestre, Apple vendió 20,34 millones de unidades de su iPhone, cifra que supone un aumento del 142% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. De cara al trimestre que concluye en diciembre, y que coincide con la campaña navideña, ya hay analistas que calculan que Apple venderá 30 millones de iPhones.
Este crecimiento de las ventas del smartphone contribuyó a que Apple elevara sus ingresos en un 82% hasta 28.570 millones de dólares. El iPhone supone un 46% de sus ventas.
En los nueve primeros meses, hasta junio, de su ejercicio fiscal (que concluye en septiembre), Apple alcanzó un volumen de negocio de 79.979 millones, un 78% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Parece claro que la compañía está en disposición de cerrar el año con un volumen de negocio superior a 100.000 millones de dólares.
Este incremento de los ingresos, el enésimo de la última década, ha llevado a Apple a batir su récord absoluto de liquidez. La compañía cerró el último trimestre con más de 76.000 millones de dólares entre tesorería, inversiones a corto plazo e inversiones a largo plazo. En EE UU, al calor de la disputa política por el techo de la deuda, ya se bromea con que la compañía tiene más dinero que el propio Gobierno. Marketwatch recordaba que la cifra supera al PIB de países como Ecuador, Bulgaria, Sri Lanka y Costa Rica.
Debate del dividendo
Con estos números, el debate sobre la negativa de Apple a pagar dividendos o recomprar acciones se ha reabierto una vez más. Por una parte se sitúan quienes creen que la empresa no necesita retribuir a sus accionistas directamente, quienes se han beneficiado de la continua revalorización en Bolsa de los títulos. Por otra parte, están los analistas que creen que Apple debería pagar dividendos o recomprar acciones para atraer nuevos inversores y ayudarles a gestionar sus carteras.
En cualquier caso, y pese a la resistencia de Jobs a pagar dividendos, los inversores se siguen acercando a Apple. Se siguen refugiando en la compañía y en el éxito de su iPhone, su iPad y su iTunes además de en apuestas futuras como el iCloud, para mantener su dinero en un sitio seguro.
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