El proveedor de servicios estadounidense Comcast ha anunciado que fijará un límite para el uso de la banda ancha para sus usuarios, según informa el diario 'The New York Times'.
La polémica medida, que entrará en vigor el próximo 1 de octubre, supondrá que el proveedor estadounidense fijará un tope de 250 gigas al mes para los usuarios residenciales.
En principio, a corto plazo, no afecta a muchos usuarios, pero la decisión de Comcast ya ha empezado a generar una gran polémica en Estados Unidos. En la página GigaOm se dice que esta medida supondrá "el fin de Internet tal y como la conocemos".
Por su parte, DSLReports.com, un sitio especializado en banda ancha, comenta que "es un cambio importante en el mercado de la banda ancha en Estados Unidos, que no será reversible".
Ya el pasado otoño, la compañía bloqueó las transferencias de algunos de sus usuarios por considerarlas demasiado pesadas. Tras esto, los reguladores estadounidenses (la FCC) decidió castigar a la compañía, aunque no sancionarlo, por estas prácticas.
La FCC consideró que Comcast había violado las normas federales y le obligó a revelar los detalles de su "discriminatoria gestión de red", presentar un plan de cumplimiento que describa cómo acabar con estas prácticas, y divulgar a los usuarios y a la comisión su nuevo plan.
De momento, Comcast se ha puesto en contacto con aquellos usuarios que utilizaban una gran cantidad de banda ancha para que frenaran su uso, y la mayoría lo hicieron de forma voluntaria. Los que se niegan reciben un segundo aviso y corren el riesgo de que sus cuentas de Internet sean canceladas.
Habrá que ver cuáles son los siguientes pasos, y cómo actuan el resto de proveedores estadounidenses. De momento, el pasado mes de junio Time Warner puso en marcha varios planes de tarifas en función del ancho de banda y les cobran más cuando lo superan. AT&T está considerando también una opción similar.
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