La tarde de este jueves, aproximadamente a las 14:30, nunca imaginé que la última parte de la saga del niño mago Harry Potter estaría en mi posesión.
Fui a una tienda departamental a hacer uso del sistema de apartado que ofrecen y tener una de las copias de la séptima y última parte de la historia que hiciera famosa la escritora J. K. Rowling.
¡Pero cuál iba a ser mi sorpresa cuando el encargado de la sección me muestra el tan cotizado libro!, me dijo que tenía que registrar el código de barras e ISBN para un mejor control de los ejemplares que se entregarán las primeras horas del día sábado 21 de julio.
Aún asombrado, no desaproveché la oportunidad de hojearlo y tenerlo en mis manos por primera vez. Palpé su pasta dura y el forro. Admiré la ilustración muy misteriosa que, efectivamente, no revela el destino del niño mago, tal como lo exigió su escritora.
Por unos minutos tuve el aclamado ejemplar… hasta que el cajero me lo recogió para llevárselo, guardarlo en la bodega a la espera de la entrega que empieza el fin de semana.
De una forma muy sutil, le pedí que me permitiera hojearlo de nueva cuenta y por qué no, de una vez adquirirlo. Digo, ¿quién despreciaría esa oportunidad?
Así que con el uso de mi poder de convencimiento, le pedí que me lo vendiera. El empleado se sorprendió de mi insistencia. Le argumenté que había esperado por más de nueve años el desenlace de la historia, que tenía muchas ansias por leer por lo menos una de las 759 páginas. ¡Sólo una!
El encargado se sorprendió. Él no tenía la intención de venderlo, sólo lo sacó para registrarlo en la preventa. Hablé y hablé hasta que cedió.
Sin desaprovechar un instante más, desembolsé la módica cantidad de 345 pesos, (gracias al descuento que también existe en esa tienda). ¡Obtuve el primer libro que se vende en México, el de Harry Potter and the Deathly Hallows!.
No sé si sea realmente el primer libro (versión estadounidense) que se entrega antes de la fecha de lanzamiento en el país, pero lo que es cierto, es que se hizo de manera ilícita, y no me queda otra que agradecer mucho al empleado del establecimiento por darme la oportunidad de poseer la última edición de Harry Potter, mucho antes que la mayoría de las personas.
Fuente: El Universal.
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