El fenómeno iPhone trajo, entre otras consecuencias, la explosión de las aplicaciónes, pequeños programas que se ejecutan con agilidad y, casi siempre, con una finalidad muy concreta. Las aplicaciones llegaron después a Google para sus dispositivos con Android y el navegador Chrome. La estela la han seguido BlackBerry y Nokia.
El último en sumarse a la moda fue el programa para hablar por Internet, Skype, comprado en mayo por Microsoft. Tras abrir su interfaz de programación de aplicaciones para nuevos desarrolladores, han presentado los primeros resultados que se pueden consultar en su tienda de aplicaciones .
Algunas de las ahora consideradas aplicaciones ya existían como complementos para el programa. La mayoría sin gratuitas. Las de pago oscilan entre los 5 y los 350 euros de la más cara. Se trata de Pretty Mall, la edición para uso empresarial y sirve para grabar conversaciones de teléfono en formato digital directamente en el ordenador desde el que se llama.
En el directorio, por ahora, no se encuentran demasiadas opciones, como la anteriormente citada, la mayoría de la oferta se centra en grabadoras, gestores de tareas o servicios de fax. Las más interesantes son las enfocadas en compartir en tiempo real el escritorio, muy prácticas para enseñar a la otra persona cómo hacer algo en su ordenador.
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