El Banco Central Europeo (BCE) informó este domingo que va a "implementar" su programa de compra de deuda pública, con lo que dio a entender que este lunes podría adquirir deuda soberana de España e Italia para evitar un contagio de la crisis a estos países.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo en un comunicado que esta decisión tiene en cuenta el mal funcionamiento de algunos segmentos del mercado y su objetivo es ayudar a "restaurar una mejor transmisión de nuestras decisiones de política monetaria" y "asegurar la estabilidad de precios en la zona del euro".La estrategia anunciada por el BCE, adoptada tras celebrarse una videoconferencia de urgencia con los consejeros de la autoridad monetaria, apunta a contribuir a mantener la calma en los mercados después de una semana en la que se registraron importantes pérdidas en las principales bolsas del planeta por las dudas sobre la solvencia de las economías de Italia y España.
A eso se sumó el viernes clic la decisión de la agencia Standard & Poor's (S&P) de rebajar la calificación crediticia de Estados Unidos, una medida cuyas consecuencias no están claras, pero que podría minar la confianza de los inversores.
Mientras, este domingo los gobiernos de Alemania y Francia emitieron un comunicado en el que resaltaron su compromiso con las reformas financieras europeas.
El BCE reactivó su controvertido programa de compra de bonos soberanos el jueves, pero hasta el momento sólo ha comprado cantidades pequeñas de bonos portugueses e irlandeses, buscando medidas de austeridad más severas de Italia.
El viernes, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que pondrá en orden el presupuesto del gobierno para el año 2013, un año antes de lo previsto.
Los ministros de Finanzas del G7 -que reúne a las potencias económicas más importantes del planeta- también sostuvieron este domingo conversaciones de emergencia para ver cómo calmar a los mercados antes de que se reabran este lunes.
Bajo Crecimiento
Italia es la última economía y la más grande afectada por la crisis de la eurozona.
El interés que el gobierno de Italia paga por sus bonos se ha disparado en medio de crecientes dudas de que pueda mantener su nivel de endeudamiento tan alto, mientras el crecimiento de su economía es tan lento.
España también se ha visto envuelta en la crisis, abrumada por el alto desempleo, la deuda pública elevada y un crecimiento anémico.
Los altos niveles de deuda, junto con el bajo crecimiento y una respuesta incierta entre los líderes de la zona euro a la crisis, ha provocado el temor de que ambos países puedan quedar envueltos en la misma espiral que ha obligado a Grecia, Irlanda y Portugal a pedir sendos rescates.
La semana pasada, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que las autoridades de la zona euro no están logrando prevenir que la crisis de la deuda soberana se extienda.
Tanto Italia como España insisten en que pueden pagar sus deudas.
En los últimos días, la brecha entre los bonos alemanes -considerados los más seguros en Europa - y los españoles e italianos alcanzó un nuevo récord desde la introducción del euro en 1999.
Comprar o no comprarboehner
Robert Peston, analista económico de la BBC, dice que la cúpula del BCE está dividida en cuanto a la compra de bonos italianos y españoles.La decisión de no comprar podría provocar más caos en los mercados este lunes, asegura.
Algunos analistas sostienen que los inversionistas esperaban que el banco comprara deuda italiana y española poco después de la cumbre de líderes de la eurozona del 21 de julio y el hecho de que no lo hiciera socavó la confianza de los mercados.
Los ministros de Finanzas y autoridades de los bancos centrales del G7 tenían previsto mantener una teleconferencia de emergencia antes de la apertura de mercados en el este de Asia, en la mañana del lunes, con el objetivo de elaborar una respuesta mundial a la crisis de la deuda en la eurozona y aliviar los temores luego de la degradación que la agencia de calificación Standard & Poor's hizo de la deuda estadounidense.
S&P, una de las tres principales agencias calificadoras del mundo, no se dejó impresionar por un acuerdo de última hora en EE.UU. la semana pasada para aumentar el límite de deuda en US$2,4 billones.
Así se evitó un potencial default (cesación de pagos) de EE.UU., pero sólo se logró tras meses de discusiones entre demócratas y republicanos en el Congreso.
La rebaja de la calificación es vista como una gran vergüenza para el gobierno de Barack Obama. También podría elevar el costo del endeudamiento de EE.UU.
Un asesor económico de la Casa Blanca condenó la acción de S&P.
"Parece que la institución ha comenzado con una conclusión y ha dado forma a algunos argumentos para que se ajusten a ella", dijo Gene Sperling, asesor económico de Obama.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo el sábado que el acuerdo de la semana pasada fue "un paso importante en la dirección correcta", pero "el proceso llevó demasiado tiempo y fue a veces demasiado divisorio".
Carney dijo que EE.UU. "debe hacer más" para hacer frente a sus problemas económicos urgentes.
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