Lo que no mata hace más fuerte. Eso es lo que les ocurre a algunas plantas después de haber sido pastadas en parte por el ganado; crecen más grandes, más rápido y tienen más éxito reproductivo. El secreto de este fortalecimiento está en los cromosomas, según un estudio publicado hoy en la revista Ecology por investigadores de la Universidad de Illinois, EEUU. Los científicos observaron que las plantas vigorosas tenían en los núcleos de las células más copias de sus cromosomas que las demás. Las células del vegetal más fuerte son capaces, por tanto, de duplicar sus cromosomas una y otra vez sin entrar en división (cuando es normal que haya duplicación de los cromosomas).
Este proceso de copiar cromosomas sin dividirse, llamado endoreduplicación, ya se conocía en el mundo de la biología. Lo que no se sabía era que está relacionada con la vigorosidad de las plantas. Los biólogos creen que tener más cromosomas repetidos y, por ende, más ADN, le proporciona a la planta la capacidad de incrementar la producción de proteínas, algunas de ellas necesarias para la reproducción y el crecimiento. Daniel Scholes, el autor del estudio, también tiene una hipótesis para explicar el mayor tamaño de la planta. "Al contener más ADN en el núcleo, aumenta el volumen de la célula. Esto puede dar lugar a un crecimiento global en la planta", explica el investigador.
Los investigadores trabajaron con Arabidopsis thaliana, una planta que contiene algunos tipos de células que duplican su ADN. Las plantas comenzaron con diez cromosomas (cinco de cada pariente) y, tras un tiempo, se llegaron a contabilizar hasta 320 en algunas células.
Para descubrir si el hecho de que fueran mordidas era importante en la duplicación o no, recortaron un grupo de Arabidopsis con la finalidad de simular el efecto. El resultado fue distinto según el cultivo de Arabidopsis utilizado. Lo que sí se mantenía es que aquellas que crecían más y mejor contenían más copias en sus núcleos.
Este proceso de copiar cromosomas sin dividirse, llamado endoreduplicación, ya se conocía en el mundo de la biología. Lo que no se sabía era que está relacionada con la vigorosidad de las plantas. Los biólogos creen que tener más cromosomas repetidos y, por ende, más ADN, le proporciona a la planta la capacidad de incrementar la producción de proteínas, algunas de ellas necesarias para la reproducción y el crecimiento. Daniel Scholes, el autor del estudio, también tiene una hipótesis para explicar el mayor tamaño de la planta. "Al contener más ADN en el núcleo, aumenta el volumen de la célula. Esto puede dar lugar a un crecimiento global en la planta", explica el investigador.
Los investigadores trabajaron con Arabidopsis thaliana, una planta que contiene algunos tipos de células que duplican su ADN. Las plantas comenzaron con diez cromosomas (cinco de cada pariente) y, tras un tiempo, se llegaron a contabilizar hasta 320 en algunas células.
Para descubrir si el hecho de que fueran mordidas era importante en la duplicación o no, recortaron un grupo de Arabidopsis con la finalidad de simular el efecto. El resultado fue distinto según el cultivo de Arabidopsis utilizado. Lo que sí se mantenía es que aquellas que crecían más y mejor contenían más copias en sus núcleos.
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