Parece algo propio de tiempos remotos y, sin embargo, no ha pasado tanto tiempo: hace pocos años no había teléfonos móviles. Se quedaba a una hora sin posibilidad de avisar en caso de retraso, los escolares se intercambiaban en clase mensajes escritos en trozos de papel, y la gente, cuando hablaba por la calle, lo hacía mirando a su interlocutor a los ojos. Hoy es casi imposible encontrar a alguien que no porte uno de estos aparatos que han revolucionado nuestra manera de comunicarnos.
La industria de los teléfonos móviles no entiende de crisis. No sólo los usamos, sino que los renovamos con asombrosa frecuencia. El negocio mueve en el mundo 620.000 millones de dólares al año, –el 57% del mercado de las telecomunicaciones–, y la tendencia sigue al alza: en 2010 supondrá el 62%. Ningún otro mercado crece tan deprisa.
Por todo ello, el Mobile World Congress, clausurado el pasado jueves en Barcelona, es una cita de relevancia internacional. Más de 50.000 profesionales venidos de 180 países, 1.300 expositores y una ocupación hotelera que ha oscilado entre el 90 y el 95% han conseguido que la Ciudad Condal garantice su continuidad como organizadora del evento hasta el próximo 2012.
Nuevos capos del negocio
Podría parecer extraño, pero no lo es. En lugar de importantes directivos de compañías de telefonía, los protagonistas del Mobile World Congress fueron los jefes de Microsoft y Google.
Steve Ballmer, director ejecutivo de Microsoft, fue el encargado de presentar a bombo y platillo Windows Phone 7, el nuevo software para móviles de la compañía de Bill Gates. Un sistema operativo con el que Microsoft tratará de arrebatar cuota de mercado a sus rivales, Apple y Google.
El gigante de Internet también tenía cosas que decir. Lo hizo a través de su presidente, Eric Schmidt, quien acudió al congreso para tranquilizar las aguas después de las recientes polémicas con el Gobierno chino, los editores de libros y las operadoras de Internet. Steve Jobs, director de Apple, fue el gran ausente de la cita, lo que no le impidió llevarse el premio al personaje del año.Novedades para todos
Más allá de la presencia de los grandes magnates de la industria, el Mobile World Congress presentó novedades para todos los gustos. Destacó la propuesta Mobile
Shopping. Sitges 2010, una prueba piloto que permitirá a 1.500 vecinos de Sitges pagar sus compras a través de sus terminales.
Vodafone ofreció en su stand libros electrónicos para descargar y leer en el móvil. Y LG sorprendió con la presentación del teléfono táctil más pequeño del mundo, el LG Mini. Un dispositivo con pantalla de 3,2 pulgadas. Hoy, la necesidad de comunicarse es sólo una excusa.
Rania de Jordania, estrella invitada
Si el año pasado fue el actor Kevin Spacey el encargado de darle glamour al Mobile World Congress de Barcelona, esta vez fue la reina Rania de Jordania la que más miradas y flashes atrajo durante la cita. La reina acudió a Barcelona para hablar de la importancia de las comunicaciones en la educación de niños que no pueden acudir a la escuela, además de pedir a las compañías terminales baratos para los países pobres.
Asimismo, el célebre grupo de pop de los ochenta Duran Duran fue el encargado de poner la nota musical del evento, ofreciendo un concierto en el que sonaron algunos de sus más memorables hits.
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