La crisis financiera global pegó menos duro de lo que se esperaba en el mercado laboral, en comparación con episodios anteriores similares. Sin embargo, al menos 20 millones de personas perdieron sus empleos desde octubre de 2008 en los países que registran estos datos, dice un informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En América Latina, 1 millón de personas fueron despedidas tan sólo en el primer trimestre de 2009, aunque la recuperación comenzó a sentirse a partir de la segunda mitad del año.
Los planes de estímulo fiscal adoptados en forma temprana por varios países de la región amortiguaron consecuencias peores, pero de acuerdo a la publicación de la OIT, las economías emergentes y en desarrollo no recuperarán sus niveles de empleo previos a la crisis hasta finales del año entrante.
Los autores del informe advierten que un recorte apresurado en los paquetes de estímulo podría agravar la crisis del empleo, que tendría consecuencias graves a largo plazo, de tipo social y económico.
En todo el mundo, el doble de los afectados hasta ahora podrían abandonar por completo el mercado de trabajo o ingresar en lo que se conoce como 'desempleo de larga duración', un riesgo particularmente grave para los trabajadores poco calificados, los inmigrantes y las personas de mayor edad.
En cambio, reforzando las medidas de protección al empleo y la seguridad social, los gobiernos respaldarían el proceso de recuperación económica general, dice la OIT.
En América Latina, menos del 40% de los países cubren a los trabajadores del sector informal y dos tercios protegen a los empleados con seguridades sociales más limitadas que recuerdan a las prestaciones de las empresas unipersonales, afirma el organismo.
Empleo y reforma
El estudio que publica este lunes la OIT, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Laborales, sugiere que es posible que el mundo haya evitado una Gran Depresión similar a la de los '30 gracias a las medidas de estímulo adoptadas por los gobiernos."La caída en el empleo ha sido inferior a la que cabía prever en función de crisis anteriores, y la economía mundial ya está dando signos alentadores de recuperación, con Brasil, China e India a la cabeza del despegue", se lee en el informe.
Sin embargo, todavía 5 millones de personas corren el riesgo de perder su fuente laboral -y esto sólo en el medio centenar de países de los cuales se dispone de datos.
Si las empresas que han retenido a sus empleados gracias a la ayuda gubernamental dejan de ser viables, o los gobiernos retiran el apoyo, o la recuperación económica no es lo suficientemente sólida, también estas personas podrían perder sus trabajos.
Para promover la recuperación económica, la OIT recomienda en su informe apostar a los estímulos centrados en el mercado de trabajo y reformar el sistema financiero, donde se desencadenó la crisis con la toma de riesgos irresponsable.
Esta reforma, dice el estudio a cargo de Raymond Torres, tarda en materializarse; si las prácticas previas a la crisis se retoman, "se agravaría la fragilidad del mercado del trabajo", advierte.
Trabajo limpio
Durante los primeros meses de recuperación se crearán pocos puestos de trabajo, debido a las medidas de protección del empleo y la duración de los procesos de contratación. Pero una fuente potencial de puestos de trabajo es la inversión en el medio ambiente.
En momentos en que inicia en Copenhague la cumbre de la ONU sobre cambio climático, la OIT señala que casi el 38% de los empleos en todo el mundo se encuentra en el sector que emite más gases contaminantes, de forma que han de adoptarse programas integrales de migración a los sectores verdes.
De todas formas, las economías emergentes y en desarrollo están mejor preparadas para esta transición: en Brasil, China e India, por ejemplo, los empleados en el sector más contaminante representan el 33% de la población trabajadora, mientras en las economías más avanzadas el guarismo trepa hasta el 57%.
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