La primera operadora que vio el potencial de la velocidad de subida en banda ancha para atraer a los usuarios fue Jazztel, con un producto que permite adaptar el caudal dependiendo de las necesidades de los abonados. Además, en el último paquete de productos de ADSL que ha lanzado existe la posibilidad de elegir uno que prima la velocidad de subida y la sitúa en 640 Kbps.
Ahora ha sido Ono la que ha decidido apostar por estas mejoras. Su oferta no es de ADSL, sino que usa la tecnología de cable, pero la propuesta es similar. La operadora duplicará de forma gratuita la capacidad para enviar información a internet en las diferentes modalidades de banda ancha que tiene en el mercado. Así, la oferta de tres megas de bajada pasará a tener 300 Kbps de subida, la de seis megas llegará hasta 600 Kbps y la de doce megas será de un mega. El cambio se hará de forma gradual dependiendo de las zonas.
Con esta iniciativa, las operadoras demuestran que están cambiando los hábitos de los consumidores. En un principio, la competencia se había centrado exclusivamente en elevar la velocidad de bajada, para dar más capacidad de conexión y de descarga de contenidos desde internet a los usuarios. Pero con la explosión de las redes sociales y de la web 2.0, los abonados empiezan a necesitar más caudal para enviar documentos, fotos, vídeos o información hacia el exterior. Y eso es algo que, con las tradicionales velocidades de subida de las operadoras, se convertía en un cuello de botella que disparaba el tiempo de transmisión.
Eso no quiere decir que las operadoras hayan renunciado a elevar la velocidad de bajada. Telefónica está mejorando su red para dar VDSL en más zonas de España, con lo que podrá ofrecer velocidades de más de 30 megas a los clientes. También Jazztel y Ono están introduciendo adaptaciones en sus infraestructuras con el mismo objetivo.
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