¿Ahorrar 40.000 dólares en la concesionaria alcanza para que los conductores se pongan al volante de un auto eléctrico? Con un programa en marcha para dar acceso fácil a estaciones de carga, Dinamarca está por descubrirlo.
Por más potencial que tengan, los autos eléctricos siempre han sido motivo de más palabras que acción, y hay solo un puñado en los caminos de Dinamarca. Pero ahora la mayor compañía danesa de electricidad está trabajando con una nueva firma de Silicon Valley con una inversión de 100 millones de dólares para instalar redes de carga así como estaciones de servicio que pueden cambiar baterías en minutos.
El gobierno ofrece una exención de impuestos mínima de 40.000 dólares para cada auto eléctrico nuevo y estacionamiento gratis en el centro de Copenhague.
Pero aún en Dinamarca, una de las naciones más consciente en términos ambientales, abunda el escepticismo. No está claro que pueda convencerse a los compradores de autos de que cambien.
"Hay una barrera psicológica para los consumidores cuando su auto depende de estaciones de baterías", alertó Henrik Lund, profesor de planificación de energía de Aalborg University. "Es riesgoso".
La compañía de Silicon Valley, Better Place , está haciendo una gran incursión en Dinamarca e Israel. Eso hace de esos dos países los escenarios de las dos pruebas más importantes de la idea de que los motores eléctricos y las baterías pueden suplantar los motores a nafta que han sido la planta motriz de la industria por más de un siglo.
El experimento tiene otras implicancias más allá de las fronteras de este país escandinavo de 5,5 millones de habitantes. Dinamarca está tratando de hacer algo más que dejar atrás el motor de combustión interna.
Al modernizar la red eléctrica, Dong Energy, socia de Better Place y la mayor empresa energética de Dinamarca, quiere abastecer a la flota prevista de autos eléctricos con energía eólica, que ya aporta casi el 20 por ciento de la energía del país.
Con Better Place y la red inteligente trabajando juntas, los autos se cargarían por la noche cuando sopla el viento y la demanda de energía es menor. La carga absorbería la energía extra de la compañía y reduciría fuertemente las emisiones de carbono.
"Somos el socio perfecto para una usina basada en molinos de viento", dijo Shai Agassi, fundador y CEO de Better Place. "Si se tiene muchas baterías esperando por carga, es como tener baldes esperando que llueva".
Los daneses promoverán sus ambiciones con los autos eléctricos a partir de la semana que viene, cuando realicen una reunión internacional en Copenhague que busca avanzar en un nuevo acuerdo para combatir el calentamiento global.
"Queremos ser un país de prueba y laboratorio para los autos eléctricos, los autos híbridos y otras tecnologías nuevas", dijo Lars Barfoed, ministro de transporte danés. "Y como anfitriones de la conferencia sobre cambio climático, eso nos hace sentir responsables y queremos mostrar al mundo que podemos hacer algo".
Agassi, un empresario israelí-estadounidenses hábil para manejar la prensa, antiguo CEO del gigante del software SAP , presenta los esfuerzos de su compañía en términos morales, por el gran peso de los autos a gasolina y diesel en el calentamiento global.
Pero hasta ahora los resultados no están a la altura de la retórica.En enero de 2009 Agassi prometió que Dinamarca tendría 100.000 puestos de carga y varios miles de autos en los caminos para 2010. Pero al acercarse esa fecha, no hay autos de Better Place en los caminos y solo existen 55 puntos de carga.
Según Better Place, el 2011 fue siempre la fecha de su debut masivo y que eso aún no ha llegado. La compañía planea realizar una prueba en ruta de autos eléctricos durante la conferencia sobre el clima.
Además de los puntos de carga, la visión de Better Place incluye una red de estaciones donde un dispositivo robot podría reemplazar una batería en menos tiempo del que lleva cargar un tanque de nafta.
Se necesita esas estaciones de cambio de batería porque las mismas tienen un alcance limitado de unos 160 kilómetros y la recarga lleva hasta cinco horas, por lo que cambiar las baterías en el camino haría más fáciles los viajes largos.
Los consumidores comprarían los autos pero obtendrían las baterías de Better Place y pagarían una suma por los kilómetros que viajen, apoyándose en las estaciones de carga para el manejo local y las estaciones de intercambio de baterías para viajes más largos.
Pero incluso los partidarios locales de Better Place están preocupados por el hecho de que las estaciones de intercambio de baterías, que costarían hasta 1 millón de dólares cada una, son imprácticas, principalmente porque las estaciones podrían necesitar almacenar una amplia variedad de baterías para atender autos de distintos fabricantes.
"Soy escéptico respecto de la infraestructura", dijo Klaus Bondam, el alcalde de Copenhague a cargo de la administración técnica y ambiental. "No funcionará a menos que sea la norma para todo vehículo eléctrico que se produzca".
Hasta ahora solo un fabricante de autos, Renault Nissan, ha acordado fabricar autos que funcionen con las estaciones de intercambio de baterías de Agassi. Toyota, el líder del mercado en autos híbridos "no ve una ventaja clara de negocios para nosotros con Better Place" dijo Graham Smith, vicepresidente primero para asuntos externos de Toyota Motors Europa.
Barfoed, el ministro de transporte danés, dijo que aunque el acuerdo con Renault es un buen comienzo, "¿qué hay de todos los otros autos? ¿Qué hay de la competencia?"
Agassi dice que no está preocupado porque los fabricantes de autos no corran a anotarse y también rechazó las críticas de su plan. "En toda industria las empresas dominantes siempre dicen que no van a cambiar", y puso como ejemplo una experiencia del mundo informático, al comentar que "los tipos que fabricaban los equipos de los enormes centros de cómputos en la década del 70 decían que la gente no iba a necesitar las PC".Jens Moberg, ex ejecutivo de Microsoft que es CEO de Better Place Dinamarca, reconoce que hay desafío y que, fuera de algunos sitios de prueba, hasta ahora es poca la infraestructura que se ha instalado.
"Estoy convencido de que los fabricantes de autos se volcarán en gran escala a los vehículos eléctricos, es solo cuestión e tiempo", dijo Moberg. "Tener stocks de baterías distintas es un desafío, pero podemos manejarlo porque tenemos un diseño flexible para las estaciones de intercambio de baterías".
"Estaremos listos para 2011, cuando Renault empiece a mandar autos" agregó.
Quizás la principal razón para pensar que los autos eléctricos pueden tener una oportunidad en Dinamarca es llamativa exención impositiva.
El país impone un impuesto punitivo de alrededor del 200 por ciento a los autos nuevos, de modo que un vehículo que costaría US$ 20.000 en los Estados unidos, cuesta US$ 60.000 aquí. Por un cuarto de siglo, los autos eléctricos han estado exentos de impuestos. Pero los modelos en el mercado eran tan limitados en sus capacidades que solo hay 497 registrados en todo el país.
La combinación de un auto de producción masiva avanzado de Renault Nissan y opciones de carga prácticas de Better Place serán la primera prueba real de si una exención impositiva tan grande basta para imponer un cambio. Se espera que para estimular el mercado, el gobierno nacional y las municipalidades danesas comprarán muchos autos eléctricos para su propio uso.
"El único factor que no puede encontrarse en una planilla de cálculo es la voluntad de los funcionarios de ponerse a la vanguardia del cambio", dijo Agassi. "Y en Dinamarca todos ellos están comprometidos y dispuestos a hacer lo que haga falta para convertir a Dinamarca en líder en vehículos eléctricos".
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