No se trata de una pantalla resistiva o capacitiva como las que utilizan los teléfonos móviles táctiles, sino que la presión se detecta por medio de infrarrojos. Sus puntos fuertes, al margen de los ya citados, son su durabilidad y el no ser necesario utilizar ningún dispositivo especial para utilizarla; se puede utilizar el dedo desnudo, un guante o un puntero. De hecho, se necesitarán más de dos manos para poner a prueba este dispositivo.
Uno de los problemas con los que se está encontrando la compañía alemana Citron, creadora del ingenio, es que todavía no existe software capaz de explotar por completo las capacidades de su televisión, aunque ya están trabajando en una posible integración con el programa SnowFlake de la compañía NUITEQ. Para usar la televisión con un ordenador personal, basta con una simple conexión USB.
Dreamtouch no se comercializará oficialmente hasta enero del próximo año ya que el sistema multitáctil todavía está esperando la aprobación de la patente.
Distintos tipos de pantallas táctiles
Dentro de las pantallas táctiles podemos encontrar diferentes tecnologías que influirán de manera notoria en el manejo y funcionalidades del dispositivo que estamos usando. Las más usadas hoy en día son las pantallas resistivas, capacitivas y de infrarrojos, como es el caso del televisor Dreamtouch.
Las pantallas resistivas son las más utilizadas en los teléfonos móviles actuales. Esta pantalla esta formada por varias capas de las cuales dos están fabricadas con material conductor y separadas por un estrecho espacio. Cuando se aplica presión sobre un punto concreto las capas entran en contacto y se produce un cambio en la corriente eléctrica que permite a un controlador calcular la posición del punto en el que se ha tocado la pantalla. Un ejemplo de móvil con pantalla resistiva es el Nokia 5800.
Las otras pantallas táctiles más utilizadas son las capacitivas. Suelen ser más manejables y con más posibilidades que las resistivas y, por tanto, más caras. El teléfono iPhone de Apple utiliza este tipo de pantallas que funcionan "como un gráfico de coordenadas". La pantalla está recubierta por un material conductor que al detectar presión, de un dedo por ejemplo, calcula la distorsión producida respecto al punto de referencia y envía la información al controlador para su procesamiento matemático y así calcular la posición.
Por último, están las pantallas de infrarrojos. Son muy resistentes y consisten en un panel lleno de sensores y emisores de infrarrojos tanto horizontales como verticales. Cada eje tiene receptores y emisores colocados en el lado opuesto por lo que al aplicar presión se interrumpe la luz y se detecta la posición.
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