Un estudio detalla hoy el abismo que separa a una persona sana de otra que sufre cáncer. Se trata de miles de mutaciones que diferencian el cáncer de pulmón y el de piel de tejidos sanos, un paso clave hacia futuros diagnósticos tempranos .
El trabajo, descrito en dos artículos de Nature, señala las 23.000 mutaciones que dejó el cáncer de pulmón en un varón de 55 años. Muchas no están relacionadas con la dolencia, pero entre ellas, los investigadores han encontrado la marca de los productos cancerígenos que contiene el tabaco y vestigios de la lucha que realizaron sus células para reparar el daño. Los autores del estudio dicen que un fumador acumulará 15 mutaciones por cada cigarro. Algo parecido sucede en el segundo estudio, que ha analizado tejido de un varón de 44 años con melanoma, el tipo de cáncer de piel menos frecuente, pero el más mortífero. Entre las más de 30.000 mutaciones, encontraron la marca inconfundible del daño que hacen los rayos ultravioletas.
"Estos son los dos principales cánceres del mundo desarrollado de los que se conoce la causa principal", señala Mike Stratton, investigador del Instituto Sanger, que ha dirigido y financiado la investigación. Las células de cáncer se reproducen sin freno, por lo que acumulan más mutaciones que aumentan el riesgo. Para comprender el alcance de las miles de mutaciones descubiertas, los expertos aún tendrán que secuenciar a más pacientes para saber cuáles son las claves entre salud y enfermedad.
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