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2009/12/16

Assassin's Creed II: buscando venganza en la Italia renacentista

Fuente: Libertad Digital.

Un nuevo protagonista, un nuevo escenario y un nuevo tiempo para una historia que UbiSoft retoma en Assassin's Creed II.

Lo mejor:

  • Mucho más largo y variado que la primera parte, que fue criticada por repetitiva.
  • Historia apasionante y ambientación sobresaliente, gracias a la documentación y el apartado técnico.

Lo peor:

  • Aunque mucho menos que la primera parte, el desarrollo puede resultar repetitivo. Los caballos, los carros y las nuevas armas se han explotado poco.
  • El apartado técnico presenta fallos, consecuencia de la riqueza en detalles y la amplitud del escenario.

Italia, 1476. Giovanni Auditore, un importante banquero a los ojos del mundo, un asesino en la sombra, descubre un complot contra la familia Medici para usurpar el control y el poder sobre Italia. El assassin trata de detener a los culpables pero no tarda en perder la vida en su empresa, junto a su hijo primogénito. El pequeño de los Auditore, Ezio, entra en escena para castigar a los culpables. El joven, sus aliados y los conspiradores no son más que las piezas de un pasado en el que ha de sumergirse de nuevo Desmond, el protagonista de la saga Assassin's Creed. La eterna lucha entre los asesinos y los templarios.

Tanto la historia de Desmond, que no vamos a desvelar aquí, como la de Ezio, están mucho mejor integradas que en la primera parte. En esta ocasión, la historia del protagonista comienza como la de un chico despreocupado y mujeriego que se envuelto en una trama de traiciones de la que no conoce nada más que el deseo de vendetta. El guión implica muchos personajes, reales y ficticios, que se relacionan con Ezio en una historia que abarca 30 años.

Antes de detallar el nuevo sistema de misiones, mencionar que el eje central de juego es similar al de la primera parte: una aventura de desarrollo libre –sandbox–, en la que el jugador debe moverse trepando y saltando entre edificios. La ambientación se traslada a Italia, se multiplica considerablemente la amplitud del escenario –ciudades como Florencia, Venecia, amplios espacios de campo y varias villas pequeñas–.

El desplazamiento por los escenarios no ha cambiado mucho, si bien Ezio trepa algo más rápido que Altäir –algo buscado deliberadamente por UbiSoft para evitar el tedio mientras nos movemos por los más altos edificios–. Además, se han incorporado nuevos movimientos, como nadar, pilotar nuevos vehículos o nuevas posibilidades de camuflaje, que detallaremos más adelante.

Más opciones

La aventura comienza directamente con el personaje recorriendo las calles de Florencia y va conociendo poco a poco y de forma progresiva sus habilidades mediante misiones-tutorial. Ya aquí empezamos a ser conscientes de que Assassin's Creed II es mucho más variado.

La primera parte consistía en una sucesión de "grandes asesinatos" a los que el jugador accedía repitiendo una y otra vez cinco tipos de misiones. Ahora encontramos más de 20 tareas –asesinar, robar, seguir, carreras, espiar, liberar prisioneros, proteger, robar embarcaciones, pilotar un carro...– que se combinan entre sí hasta lograr alrededor de 200 diferentes.

Asimismo, se han incorporado muchas más misiones secundarias que la búsqueda de estandartes del primer Assassin's Creed. Tenemos asesinatos secundarios o búsqueda de páginas de un códice, plumas, estatuas, glifos –figuras pintadas que abren puzzles–, entre otras cosas.

También se ha refinado el sistema de notoriedad, con una barra que sube si nuestras acciones son sospechosas y baja realizando acciones como quitar carteles de "Se busca". En este sentido, se ha mejorado la capacidad de integración del protagonista, con un sistema más dinámico que oculta a Ezio con tan sólo meterse dentro de aglomeraciones; y, por si fuera poco, contratando a grupos de cortesanas, luchadores o ladrones, que nos ayudan o distraen al enemigo.

Ezio se va de compras

En Assassin's Creed ahora hay un sistema económico. Ya sea completando misiones, encontrando cofres o robando, conseguimos dinero con el que pagar a un arquitecto para ir reparando Villa Auditore, nuestro hogar. Esto nos va aportando más ganancias a lo largo del juego.

Además, es posible acudir a diferentes comercios en los que adquirir ropas, armaduras y armas con las que mejorar la resistencia y fuerza de Ezio. Un detalle "rolesco" que añade más variedad.

Aunque las armas que más usamos son las mismas que encontramos en el primer Assassin's –hoja oculta que ahora es doble, espada larga, espada corta y cuchillos para lanzar–, hay algunas nuevas que aportan variedad, como bombas de humo que nos camuflan o una pistola.

Todas estos "juguetes" nos los proporciona Leonardo Da Vinci, que es para Ezio lo que Q era a James Bond. Eso sí, consideramos que las posibilidades de estas nuevas armas no han sido explotadas del todo en las misiones.

Por último, el sistema de combate ha ganado en profundidad gracias a nuevos movimientos. Al agarrar al enemigo ahora podemos lanzarle, golpearle o degollarle; también podemos quitarle el arma y usarla en su contra. En la misma línea pero más divertido. Sólo criticar la pasividad ocasional de los enemigos.

De paseo por el Renacimiento

El apartado técnico de Assassin's Creed ya era llamativo y UbiSoft ha conseguido mejorar la experiencia en la secuela. Los personajes tienen un diseño y detalle prácticamente idéntico pero ahora los escenarios son más grandes y los edificios más altos. De esta forma, el resultado es la lógica evolución, transmitiendo la misma sensación pero logrando al mismo tiempo sacar gestos de admiración al jugador cuando contempla la belleza de una ciudad como Florencia, con su Cúpula cortando el horizonte.

Hay sombras y claros en este apartado. Las principales pegas son unos personajes que, aunque expresivos, están en general poco detallados al margen de los principales protagonistas. También encontramos fallos técnicos como un popup de pequeños elementos en ocasiones clamorosos. Afortunadamente encontramos unos escenarios amplísimos, una profundidad de campo impresionante y unas animaciones fluidas y detalladas para Ezio.

A pesar de que en ocasiones se hace algo repetitiva, la música mezcla partituras que encajan con una villa italiana y otras que parecen sacados de una película de ciencia ficción. Además, cambian cuando la tensión de una persecución lo merece. El doblaje es de lo mejor que se ha visto en la industria, con una larga lista de grandes profesionales como Ramón Langa, Guillermo Romero, Carlos Revilla o Luis Reina, que da vida a Ezio.

Conclusión

Dentro de un mismo patrón, el sistema de juego ha evolucionado hasta conseguir mucha más variedad que en la primera parte. Logra ser entretenido durante las 20 horas de la historia principal y las muchas más que ofrecen los extras. El apartado técnico se mantiene a un excelente nivel y la historia da un paso en interés. UbiSoft ha sabido llevar su saga en la buena dirección.

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