Fuente: Blog de Enrique Dans.
Interesante noticia que nos cuenta Joi Ito: el álbum más vendido en MP3 según Amazon.com es “Ghosts I-IV“, de Nine Inch Nails (NIN), una obra licenciada como Creative Commons BY-NC-SA, un disco que cualquiera podía descargarse libremente desde una red P2P de manera perfectamente autorizada. Su siguiente álbum, “The Slip“, está disponible como descarga gratuita.
¿Por qué un número elevado de personas deciden irse al sitio de NIN, a Amazon.com o a otros y pagar por el disco de NIN, cuando lo pueden conseguir gratis en cualquier sitio? En algún caso, será porque hacerlo así les parezca más sencillo. En otros, porque simplemente quieren mostrar un compromiso con una banda de la que se sienten fans. Un fenómeno en el que, claramente, las discográficas no se han sabido apalancar. El álbum vendió 1.6 millones de dólares solo en su primera semana.
Si algo está claro, es que la disponibilidad de obras sujetas a este tipo de licencias está aumentando de manera meteórica con el tiempo, a medida que más autores se dan cuenta de su potencial. En este escenario, pretender atribuir un patrón determinado de descarga de bits de la red a una presunta infracción del copyright empieza a ser algo cada día más insostenible. No quiero ni pensar en lo que me va a decir a mí mi ISP en las épocas en las que tengo que descargarme todos los trabajos de mis alumnos para corregir… Visto así, poco extraña que a pesar del anuncio de la RIAA afirmando tener compromisos con los principales ISP norteamericanos para controlar las descargas y desconectar a sus usuarios, ninguno, por el momento, admita tener tales planes: preguntados por Wired, ni AT&T, ni Verizon, ni Comcast ni ningún otro han afirmado estar colaborando con la RIAA. En este escenario, esas son, sin duda, amistades peligrosas. Aquí, el que se mueve, no sale en la foto.
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