Fuente: El Mundo.
Los humanos somos capaces de reconocer un rostro familiar desde la cuna, pero esta es una habilidad que no resulta nada fácil de inculcar a las máquinas.
Los programas de reconocimiento facial más modernos aún fallan la mitad de las veces cuando trabajan con fotografías de carnet. Pero dos psicólogos de la Universidad de Glasgow acaban de encontrar un truco para multiplicar sus aciertos.
Según publica en su última edición la revista 'Science', usar imágenes compuestas por varias fotografías distintas de una misma persona permite que el rendimiento del 'software' alcance hasta un 100% de efectividad.
El sistema de mezcla digital de imágenes, desarrollado por Rob Jenkins y Mike Burton en la citada Universidad, permite acentuar los rasgos más distintivos del rostro de una persona y evita los efectos causados por el ángulo de la luz u otras variables ópticas que distorsionan el resultado.
Las imágenes compuestas, aseguran estos psicólogos, "captan la esencia visual de un individuo".
Los investigadores ya habían postulado que la facilidad para componer una imagen a partir de distintas impresiones visuales es una de las claves de la capacidad humana para reconocer rostros. Tras navegar por la web de reconocimiento facial 'My Heritage', que los usuarios utilizan para descubrir a qué famoso se parecen más, descubrieron que su tesis psicológica optimiza el funcionamiento del sistema.
Cuando introdujeron en la web varias fotografías distintas de un mismo personaje, el 'software' sólo le identificaba correctamente el 54% de las veces. Por el contrario, con las imágenes compuestas el programa acertó un 100%.
"Nuestra base de datos para la prueba consistió en 500 imágenes, que comprendían 20 fotografías distintas de 25 celebridades que también estaban en la base de datos 'online'", explican los investigadores.
Ahora esperan que su método despierte el interés de expertos en defensa y autoridades policiales o migratorias, entre otros.
"La seguridad nacional y la prevención del crimen dependen de nuestra habilidad para establecer las identidades de los individuos y comprobar si son quienes dicen ser", relatan en su informe.
Otra posible utilidad del sistema sería instalar cámaras en las empresas que reconocieran el rostro de los empleados y les permitieran el paso de manera automática.
Y quizás los pasaportes del futuro no lleven el habitual e insípido retrato de fotomatón, sino una todavía más fría y artificial imagen compuesta digitalmente a partir de varias fotografías.
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