Lejos están los tiempos en los que, apenas llegado a la Casa Blanca el año pasado, el equipo de prensa del nuevo presidente se lamentaba de lo anticuado de los sistemas informáticos y de la imposibilidad -logística y legal- de acceder desde sus puestos de trabajo a redes como Facebook o MySpace.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, se apuntó a "Twitter" la semana pasada, con lo que se suma a otros altos funcionarios como el director de Nuevos Medios, Macon Phillips, o su propio "número dos", Bill Burton.
Apenas una semana más tarde, Gibbs -o "@presssec", su alias en la red de microblogs- cuenta ya con cerca de 28.000 seguidores y ha colgado una quincena de comentarios en su página, que oscilan desde lo más frívolo -su admiración por la página del ciclista Lance Armstrong- a trabajo puro y duro, como detalles sobre las reuniones de Obama.
"Es una avenida en la que nuestra voz puede ser importante", declaró el portavoz esta semana, en la que sus ruedas de prensa se han visto salpicadas de las preguntas de los periodistas sobre su actividad en Internet.
Gibbs admite, no obstante, que tiene problemas para comprimir sus opiniones al máximo de 140 caracteres por mensaje que permite este sistema.
"Es todo un lenguaje, evidentemente, lo de teclear números y símbolos, que se me escapa. Estoy seguro de que mi hijo (de seis años) puede enseñarme mucho más de lo que yo puedo aprender", bromeó.
Mediante esos mensajes en tiempo real, el portavoz y su equipo pueden transmitir información actualizada no sólo a los reporteros que cubren la Casa Blanca, sino a todos aquellos que estén interesados en recibirla.
Además, pueden ver qué reacciones suscitan sus anuncios o comentar las informaciones de otros. Burton, por ejemplo, ha empleado en varias ocasiones esos mensajes para desmentir informaciones erróneas o con las que está en desacuerdo.
A su vez, sus seguidores tienen la oportunidad de ponerse en contacto a través de esta vía con los funcionarios y explicarles sus opiniones.
Con cuidado, eso sí; si uno quiere mantener una buena imagen para la Historia. La ley de registros presidenciales obliga a guardar los microblogs que escriban los representantes de la Casa Blanca.
A su vez, los mensajes directos que reciban también deben conservarse, una advertencia que aparece incluida en la página del portavoz en "Twitter".
Los comentarios generales a sus mensajes, los que sus seguidores reenvíen o la lista de sus seguidores no quedará archivada, subraya Gibbs, que insiste en que "nadie debe tener miedo".
El portavoz podría no ser el último representante de la Casa Blanca en apuntarse a la moda de los microblogs. Obama cuenta con su propia página de "Twitter" desde el lanzamiento de esta red en 2007, donde le siguen 3,3 millones de personas, aunque él no escribe sus propios mensajes.
El presidente, que en noviembre se declaró demasiado torpe para el uso de esta red, finalmente escribió su primer microblog el mes pasado, un llamamiento a ayudar a Haití que colgó en la página de la Cruz Roja de EEUU durante una visita a la sede de esta institución.
Ahora el propio Presidente busca un administrador de redes sociales, como se puede constatar en una oferta de empleo del Comité Nacional Demócrata.
El candidato deberá contar con una "gran familiaridad" con las redes sociales en Internet y "estar dispuesto a trabajar duro: éste no es un trabajo de nueve a cinco".
Obama no es un presidente que le haga ascos a las nuevas tecnologías para comunicar su mensaje. Su página de Facebook cuenta con más de 7 millones de seguidores.
El mes pasado mantuvo una entrevista en vivo a través de YouTube para responder a las preguntas que los votantes le plantearon.
Según Gibbs, "el presidente y su equipo vamos a seguir buscando vías para transmitir lo que hace cada día y cómo afecta a las vidas de la gente de la manera más efectiva posible".
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