A un par de semanas del estreno de la película de James Cameron, Avatar: el Videojuego ya ofrece una de las experiencias de juego más asombrosas que se pueden disfrutar hoy en día, las 3D.
No, el juego no viene con unas gafas polarizadas de cartón con filtros rojo y azul. En esta ocasión para disfrutar del espectáculo va a salir algo más caro. Para poder hacer un uso correcto de la opción tridimensional te hará falta tener una televisión compatible (la más barata cuesta unos 7.000 euros y ni siquiera se comercializa en España) o un monitor con prestaciones 3D por poco más de 300 euros (se puede encontrar el monitor 3D Samsung 2233RZ por unos 270 euros).
Aunque la mayor parte de la población tendrá que atenerse a jugar en la versión de dos dimensiones (basta con ir al menú de configuración de la pantalla para activar o desactivar la opción 3D), la demostración que Ubisoft hizo del juego fue en un monitor profesional JVC de 47 pulgadas (se necesitan gafas para verlo) en el que las sensaciones de profundidad eran impresionantes. Nada que ver con recientes intentos como el de G-Force de Disney o, incluso, la versión de Batman Arkham Asylum de PC. Parece que la idea de utilizar tecnología en 3D para aquellos fue un extra y en Avatar: El videojuego, es uno de los pilares sobre el que se cimienta el desarrollo desde que éste fue concebido. Seguramente una exigencia de la 20th Century Fox que haría lo mismo con la película que Cameron llevaba horneando los últimos 14 años.
La primera impresión es la de estar jugando con maquetas y muñecos de plástico con vida propia, excepcionales movimientos y una serie de efectos especiales únicos. El hecho de que el juego utilice muchas fases con vehículos ayuda en gran medida a que la cámara esté fija en un punto y exista en pantalla una serie de puntos de referencia que fijen la vista del jugador sin que se pierda en la inmensidad de Pandora, el planeta de Avatar.La ambientación del juego, en una espesísima jungla, enseguida entra en comparativa con pasajes de Crysis o el no tan reciente Far Cry (Far Cry 2 transcurre en la sabana), también de Ubisoft. Éste último, por cierto, cede el motor gráfico a Avatar para llevar a cabo todo el despliegue de vegetación, destrucciones dinámicas de los entornos y excepcional iluminación de la que hace gala el juego.
Pero volviendo a las cámaras, es precisamente la elección de la posición de ésta uno de los aciertos del juego ya que cuando el jugador maneja al personaje en tercera persona, el objetivo se sitúa algo más bajo de lo habitual (cuando se lleva la retícula de disparo en el centro de la pantalla), casi por debajo de la cintura, elevando la línea del horizonte y abriendo algo más todavía el ángulo de visión, con lo que la vista en 3D se magnifica.
Todos y cada uno de estos múltiples detalles: vegetación, vehículos, criaturas que moran en Pandora, iluminación, efectos luminosos, cámaras..., han sido cuidados por los 250 desarrolladores de Ubisoft Montreal involucrados los últimos dos años y medio con el proyecto en una única dirección: ofrecer una experiencia tridimensional única y hacer que ésta encaje perfectamente con la versión en dos dimensiones (que no acusa para nada el hecho de que se haya hecho el juego pensando en 3D).
Más allá del 3D
No sólo vive de la tridimensionalidad Avatar. Detrás de ésta existe un argumento que no sólo no desarrolla la historia (la que en dos semanas se podrá vivir en las pantallas de cine de todo el mundo), sino que lo expande al ofrecer al jugador vivir la experiencia de Pandora desde dos puntos de vista diferentes: el de los humanos y el de los Na'vi. Además de luchar por dos formas de supervivencia distintas: mientras unos quieren tomar el planeta para explotarlo, los otros sólo resisten una ofensiva externa; el jugador podrá utilizar armas (rifles, pistolas, lanzallamas, bazocas,...) y vehículos humanos futuristas (jeeps, helicópteros, exoesqueletos gigantes,...) con unos y armas (lanzas, arcos, varas,...) y monturas Na'vi con los otros.
Avatar es un muy buen shooter en tercera persona, algo lineal, pero con elementos que lo amplían como el sistema de puntos de experiencia para mejorar armas y habilidades especiales. Además incorpora modalidades multijugador entre las que destaca la posibilidad de jugarlo en cooperativo a través de Internet.
Una apuesta que coloca a Ubisoft a la vanguardia de laincorporación de las 3D en los videojuegos, algo que, seguro (Sony ya apuesta por ello para los próximos años), se irá incorporando con naturalidad a la realidad de los videojuegos pero que hoy, todavía, suena a 'lujo asiático', aunque no lo sea.
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