Más allá de marcar un número y hablar, al iPhone le siguen saliendo nuevas utilidades. En este caso, un grupo de expertos destaca su eficacia como herramienta diagnóstica en pacientes con apendicitis. Este teléfono 3G permite visionar con calidad suficiente las imágenes obtenidas mediante TAC (Tomografía Axial Computerizada) y, de esta forma, identificar el citado trastorno.
Estos datos han sido de los primeros en presentarse en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), que se celebra estos días en Chicago. El estudio, que todavía no se ha publicado, se basa en el análisis por parte de cinco radiólogos de 25 tomografías pertenecientes a personas con dolor en la parte derecha del abdomen; 15 de ellas sufrían apendicitis.
Dirigidos por Asim Choudhri, de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), los especialistas emplearon un iPhone, en el que previamente se había instalado el programa 'OsiriX Mobile', para visionar las instantáneas de la citada prueba de imagen. Sus conclusiones se compararon con las obtenidas empleando un ordenador tradicional, provisto del sistema 'PACS' de archivo de imágenes y comunicación. "Los escáneres pueden leerse a resolución completa [...] y el software permite acercar la imagen y ajustar el contraste y el brillo [...] El radiólogo evalúa los datos originales, en bruto, no solamente unas capturas", explica Choudhri.
Los 15 pacientes fueron identificados
Como destacan los autores del documento, los 15 pacientes fueron correctamente identificados con el teléfono y sólo se dio un caso de falso negativo. Sin embargo, el dispositivo no resultó tan útil para determinar el diámetro del apéndice. "Las mediciones con el portátil fueron un milímetro mayores" que las realizadas con el ordenador, apuntan.
"El objetivo es aumentar la velocidad y la precisión de los diagnósticos médicos, así como mejorar la comunicación entre los distintos médicos", afirma el principal firmante del trabajo. Y añade: "Cuando podemos establecer estas determinaciones con tiempo, el instrumental y el equipo quirúrgico adecuado pueden estar preparados incluso antes de que el cirujano haya tenido la oportunidad de diagnosticar al paciente".
De hecho, uno de los mayores riesgos que corren estos enfermos es que la apéndice inflamada llegue a romperse; un hecho que suele suceder cuando los especialistas tardan mucho en identificar el trastorno. El iPhone puede ayudar a acelerar los tiempos y, por tanto, disminuir esta posibilidad y reducir el tiempo de estancia en el hospital.
En este sentido, el ensayo destaca la posibilidad de emplear el teléfono en momentos de urgencia, "especialmente en situaciones [...] en las que no todos los facultativos que están de guardia pueden tener acceso inmediato a un ordenador".
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