La economía de Estados Unidos parece estar creciendo, pero el nivel de desempleo no baja con el mismo ritmo. Ese es el flanco débil que impide a la Casa Blanca promocionar con más fanfarria los números que hablan de la mejoría económica.
En un intento por mejorar las perspectivas del panorama laboral, este martes, el presidente Barack Obama, presentó un plan para “generar el mayor número de puestos de trabajo mientras se genera el mayor valor para nuestra economía”.
“Quiero delinear algunos de los pasos que creo que deberían estar en el corazón de nuestros esfuerzos por acelerar el crecimiento del empleo”, dijo Obama en un discurso ofrecido en el Brooking Institution, un centro de estudios políticos de Washington.
El presidente anunció una estrategia de tres puntos que incluye recortes de impuestos para pequeñas empresas – sector que concentra el 65% del empleo- nuevas inversiones en infraestructura y descuentos para remodelación de viviendas usando tecnologías “verdes”.
Lo más novedoso del plan es el uso de fondos libres del Programa para el Auxilio de Bienes en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés) con los que se rescató al sector financiero para apuntalar ahora al sector industrial, una medida que cuestionan quienes piensan que ese dinero debería devolverse al fisco para reducir el déficit público.
Relanzando la Ley de Recuperación
Según el Departamento del Tesoro el TARP creado al final del gobierno de George W. Bush costará unos US$ 200.000 menos de lo estimado inicialmente.
Destinar parte de esos recursos a un plan de incentivo industrial podría reducir las críticas de quienes consideran el plan un injustificado auxilio a banqueros que usaron para prácticas riesgosas y en algunos casos fraudulentas.
“La asistencia a los bancos, que se pensó que costaría a los contribuyentes miles de millones de dólares, está en camino de generar en realidad miles de millones de dólares en beneficios” al tesoro aseguró el presidente.
Sin embargo, en su discurso del martes Obama no especificó qué cantidad de dinero del TARP se destinará a financiar su nuevo plan de estímulo económico.
Salvo el uso del TARP, lo delineado por el presidente Obama no puede considerarse como una estrategia totalmente nueva, sino la profundización de la Ley de Recuperación Económica de US$ 800.000 millones que en febrero pasado aprobó el Congreso para combatir la crisis.
“Mejor que antes”
El presidente Obama reconoció que ese plan evitó que el país siguiera dirigiéndose “hacia una segunda Gran Depresión” y aunque reconoció que “el trabajo dista mucho de estar hecho”, la situación es mejor que la que recibió al llegar al poder.
Recientemente la Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que la Ley de Recuperación ayudó a crear entre 600 mil y 1 millón.200 mil empleos, pero el economista Isaac Cohen aseguró a BBC Mundo que “el que el desempleo siga por encima de dos dígitos revela que eso no ha sido suficiente”.
Durante los dos años de recesión se han perdido unos 7 millones de puestos de trabajo, por lo que hoy hay unos 15 millones de estadounidenses desempleados, el 10% de la población económicamente activa.
“Hay que hacer es tomar medidas específicas. Es un tema muy delicado, porque las personas que están desempleadas no van a creer que hay reactivación de la economía si no pueden conseguir empleo. La credibilidad del gobierno está en juego”, estima Cohen.
La recuperación del empleo puede ser un factor clave en el desempeño del Partido Demócrata en las cruciales elecciones parlamentarias de medio término que se realizarán a fines del 2010.
Reactivar el trabajo
En los últimos meses los indicadores económicos reflejan leves mejorías con relación al año pasado y la aparente superación de la recesión, aunque el desempleo se mantiene en los mayores niveles del último cuarto de siglo.
Aunque el ritmo de pérdida de puestos de trabajo se ha reducido de los 600.000 mensuales que se registraban a principios del año a unos 100 mil, a la Casa Blanca le ha costado vender la idea de que hay una mejoría económica en marcha.
“Lo que pasa es que el empleo se rezaga siempre de la reactivación económica. Generalmente hay un aumento de la demanda y las empresas tardan un poco en contratar hasta que se convencen que la reactivación económica está operando”, dijo a BBC Mundo el economista Cohen.
Este martes al mismo tiempo que el presidente explicaba su estrategia de recuperación de empleo en la pequeña empresa estadounidense, un estudio de las mayores corporaciones del país alertaba que muchas de esas compañías estudian reducir sus plantillas en el próximo semestre.
El informe trimestral de la Mesa de Redonda de Negocios, que reúne a los directivos de las empresas estadounidenses más grandes, predice que solo el 19% de sus afiliados estudian contratar más personas, mientras que el 31% planifican despidos en la primera parte del 2010.
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