¿De qué manera influye la calidad del aire, del agua, el clima o nuestra forma de interactuar con el entorno a la hora de padecer enfermedades cuando envejecemos? Esa es la pregunta que se ha hecho la compañía californiana de servicios médicos Kaiser Permanente. Para darle respuesta, sus científicos acaban de poner en marcha una enorme base de datos genética con la que analizarán los datos de ADN de miles de pacientes con una edad media de 65 años.
El estudio, en el que también participa la Universidad de California San Francisco (UCSF), analizará el genotipo de los 100.000 pacientes que se han presentado como voluntarios en busca de hasta 700.000 variaciones genéticas que ofrezcan pistas sobre la interacción entre los genes, el medio ambiente y las enfermedades.
Los datos derivados de la investigación estarán a disposición de todos los médicos del país a través del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), quien gestionará esta información junto a un valioso conjunto de datos de los pacientes de Kaiser Permanente. Entre ellos se incluyen sus historiales médicos en formato electrónico o información acerca de la calidad del aire y del agua de sus vecindarios, además de encuestas sobre su estilo de vida.Se trata de la primera ocasión en la que se realiza un perfil genético de un grupo tan grande y diverso, por lo que los científicos responsables del programa estiman que los resultados lograrán acelerar las investigaciones relacionadas con las causas ambientales y hereditarias de las enfermedades. Para la directora del proyecto, Cathy Schaefer, el potencial del estudio es "casi ilimitado", ya que los investigadores podrán relacionar las influencias genéticas que determinan por qué algunas personas que sufren, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2 se deterioran más rápidamente que otras, o averiguar qué factores genéticos reducen la efectividad de algunos medicamentos.
Mejores recursos
"Se trata de una fuente de información genética sin precedentes", asegura la responsable del estudio, quien además afirma que, a medida que los médicos obtengan los datos necesarios, el banco genético permitirá aplicar regímenes de fármacos más precisos y enfocar los recursos convenientes a los pacientes de mayor riesgo.
"A partir de ahora podremos observar cuáles son las influencias genéticas o cambios en la presión sanguínea a medida que la gente envejece, y cómo esos cambios se relacionan con enfermedades del envejecimiento, como los derrames, el alzhéimer u otras enfermedades cardiovasculares". Schaefer también destaca que nunca antes se había conseguido un banco de datos genético de tal profundidad, a pesar de que hay otros de mayor tamaño, como el Biobank del Reino Unido, que cuenta con más de 500.000 muestras.
Los responsables del proyecto son conscientes de que este trabajo no habría sido posible sin la subvención del Gobierno estadounidense, quien, a través del NIH, ha financiado con 25 millones de dólares su fase inicial, que se llevará a cabo en los próximos dos años. Sin embargo, si la investigación cumple mínimamente con las expectativas que ha generado, el proyecto crecerá de manera exponencial en los próximos años.
Kaiser Permanente, por su parte, pretende expandir su colección de muestras biológicas hasta alcanzar las 500.000 en el año 2013 y convertirlo, para esa fecha, "en uno de los bancos de datos genéticos más grandes y con mayor diversidad del mundo", como ya ha anticipado el presidente de la compañía, Robert Pearl.
No hay comentarios:
Publicar un comentario