La FTC abrió su investigación sobre Intel el año pasado y desde entonces ha concluido que ha usado su posición dominante en el mercado durante una década para "asfixiar a sus competidores y reforzar su monopolio" y que ha pasado por alto "sin la menor consideración" los principios del juego limpio. Según Richard Feinstein, director de competencia de esta agencia del Estado, Intel "se ha involucrado en una campaña deliberada para atar de pies y manos a todas las amenazas que pudiera haber a su monopolio".
Intel controla el 80% del mercado de los microprocesadores y competidores, como Nvidia y AMD, han denunciado a la compañía. En concreto, esta última cerró hace un mes un acuerdo extrajudicial que zanja las diferencias entre ambas y que le obliga a pagar 1.250 millones de dólares (unos 860 millones de euros).
Aquel acuerdo no ha disuadido a las autoridades de iniciar acciones legales sobre Intel. Según Feinstein, un juez de la jurisdicción administrativa verá el caso a partir de septiembre y se espera que esté resuelto a finales del año que viene.
El juez tendrá que determinar si Intel, la empresa dirigida por Paul Otellini, ha forzado a los grandes fabricantes de ordenadores (Dell, HP, e IBM cuando esta empresa hacía ordenadores) a usar sus microprocesadores, y si, además, ha rediseñado software intencionadamente para impedir que los chips de otras compañías funcionaran adecuadamente.
Desde Intel se ha criticado el paso dado por la Administración y consideran que la denuncia carece de base y que es solo un esfuerzo por microgestionar la empresa. El fabricante de microprocesadores contemplaba que podría haber llegado a un acuerdo extrajudicial con el Gobierno.
Pero ahora la Administración no es tan receptiva como en el pasado reciente. Jonathan Leibowitz, el presidente de la FTC, nombrado por Barack Obama, está ampliando las investigaciones sobre la industria de las telecomunicaciones para acabar con las prácticas contrarias a la libre competencia.
Un departamento legal muy ocupado
Intel tiene un departamento legal muy ocupado. La compañía tiene ante si una demanda que no esperaba mientras tiene que atender a otros frentes legales. Uno de ellos en Europa donde está recurriendo una multa de 1.450 millones de dólares que le ha impuesto la Comisión también por asuntos de competencia.
El otro lo tiene en Nueva York, donde el fiscal general, Andrew Cuomo presentó una demanda contra la compañía por obligar a los fabricantes de ordenadores a usar sus chips y no los de sus competidores. Cuomo hizo públicos unos correos electrónicos muy embarazosos de Paul Otellini en los que se decía que Michael Dell, que usa exclusivamente sus microprocesadores, es "el mejor amigo que el dinero puede comprar".
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