Son unos resultados modestos, pero históricos. Por primera vez desde que se conoce el virus del sida, un tratamiento ha conseguido reducir el riesgo de que una persona se contagie con él. El tratamiento es un combinado de dos vacunas ya existentes que, juntas, reducen el riesgo de contagio un 31%, según explicaron ayer los responsables del ensayo clínico en el que se probó el combinado.
"Los resultados representan un importante paso adelante en la búsqueda de una vacuna" señaló Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de EEUU (NIAID) y uno de los supervisores del ensayo clínico.
Los resultados llegan cuando más bajos estaban los ánimos. Después del fiasco de la vacuna desarrollada por Merck en 2007, este estudio era el único en fase III casi al final del proceso de pruebas que quedaba en pie, y fue muy criticado por seguir adelante a pesar de las pocas esperanzas de que diera algún fruto. "Son unos resultados totalmente inesperados", explica a Público Neal Nathanson, que fue director de la Oficina de Investigación sobre el Sida del Instituto Nacional de Salud de EEUU.
"Este estudio nos indica ahora que conseguir una vacuna es posible", resalta Mariano Esteban, el investigador del CSIC que dirige el proyecto de la vacuna española contra el sida. "No es la vacuna definitiva, pero abre la puerta a nuevos tratamientos más efectivos", comenta.
Ninguna vacuna es eficaz en el 100% de los casos y Esteban señala que, en el caso del sida, como en el de la malaria, un 50% de eficacia ya sería viable.
El remedio se necesita con urgencia. Cada día, 7.500 personas se infectan con el virus, sumándose a los más de 30 millones de enfermos que ya hay en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde que se identificó el VIH en 1983, unos 25 millones de personas han muerto debido a esta enfermedad.
Los responsables del estudio recomiendan cautela y avisan de que se trata tan sólo de un primer paso. Uno de los principales problemas es que aún no saben por qué las dos vacunas que se usaron, que no eran eficaces por separado, sí lo han sido juntas. "Necesitamos hacer nuevos estudios para averiguar cómo esta nueva vacuna reduce la posibilidad de contagio", detalla Fauci.
Siete años de trabajo
El ensayo es el más grande de su tipo y se realizó en Tailandia. Participaron más de 16.000 adultos sanos de entre 18 y 30 años que vivían en alguna de las zonas más azotadas por el sida del país y representaban una población con diferentes niveles de riesgo de contagio. El estudio, que ha durado siete años, ha sido coordinado por el Ministerio de Sanidad de Tailandia y financiado por el Ejército de EEUU y el NIAID. También participaron la compañía farmacéutica Sanofi-Aventis y la ONG Global Solutions for Infectious Diseases, que poseen las patentes sobre las dos vacunas usadas. Ambos tratamientos habían sido descartados en ensayos anteriores debido a que no resultaron eficaces.
"Yo mismo, como otros, no pensé que la vacuna tuviera muchas posibilidades de ser eficaz, pero seguimos adelante", confiesa Fauci.
La dosis principal del nuevo tratamiento, llamado RV144, es ALVAC, la vacuna de Aventis. Consiste en un virus desactivado relleno con tres fragmentos antígenos del VIH. Estos tres compuestos potencian la respuesta inmune del individuo y generan defensas que, en teoría, son capaces de reducir la carga viral de una persona infectada. El segundo compuesto, AIDSVAX, introduce en el cuerpo una de las proteínas del virus del sida para que el individuo genere anticuerpos capaces de reconocer al patógeno y bloquearlo antes de que infecte células sanas. Un grupo de 8.197 participantes tomaron el combinado, mientras otro grupo de igual tamaño tomó un placebo. Después de tres años de seguimiento, 74 personas en el grupo del placebo se infectaron con la enfermedad, mientras en el grupo vacunado sólo fueron 51. Según los autores, esto representa un resultado estadísticamente válido, aunque modesto.
Se desconoce su mecanismo
La OMS, que también ha apoyado el ensayo del RV144, celebró el estudio como "un avance científico significativo". "Los resultados aportan una nueva esperanza en la búsqueda de una vacuna y prometen que habrá un tratamiento seguro y efectivo con el que tratar a la gente que más lo necesita", señaló en un comunicado. La organización también advirtió de que los nuevos datos no son suficientes para comenzar a producir y administrar la vacuna. Añadió que, cuando esta esté lista, se deberán poner las bases para que todo el mundo que la necesite tenga acceso a ella.
El tratamiento se ha centrado en los tipos E y B del VIH, que son los más comunes en Asia, Europa y EEUU. Queda por ver si el tratamiento será eficaz con los otros tipos de sida que son más frecuentes en África, donde viven la mayoría de enfermos de sida del mundo. También habrá que averiguar cómo consigue el combinado de vacunas reducir el riesgo de infección. Este resultado no es inusual, según Frans van den Boom, vicepresidente de la Iniciativa Internacional de la Vacuna del Sida. "Se sabe que los tratamientos combinados producen una respuesta más efectiva que cada compuesto por separado", detalla.
Otro de los resultados más desconcertantes que han adelantado los responsables del estudio es que los contagiados muestran el mismo volumen de virus en la sangre independientemente de si han recibido la vacuna. Esto contradice uno de los indicadores más usados en este tipo de análisis, apunta Fauci. "Es uno de los resultados más importantes e intrigantes", señala. Los responsables del proyecto explicarán nuevos datos sobre el estudio en la conferencia anual sobre la vacuna contra el sida que se celebrará en París entre el 19 y el 22 de octubre.
Por ahora no han determinado los siguientes pasos en la investigación hacia vacunas más potentes. Uno será seguir trabajando con los dos compuestos utilizados, y otro buscar nuevos preparados que aumenten la efectividad de la inmunización. "Aún no estamos a un nivel al que podamos patentar o fabricar esta vacuna", resaltó el coronel Jerome Kim, jefe del programa para la vacuna del sida del Ejército estadounidense. Además, aún deben averiguar cuánto dura la protección que proporciona la vacuna, cuántas dosis serán necesarias y si el tratamiento es efectivo en grupos de riesgo como homosexuales y toxicómanos, ya que la mayoría de los voluntarios de este estudio eran heterosexuales.
Los resultados también han sido recibidos con esperanza por otros científicos que trabajan en vacunas y cuyos proyectos pasaban por horas bajas debido al pesimismo reinante. "Este estudio nos va a facilitar probar nuevas vacunas y realizar más ensayos con personas", explica a Público la estadounidense Harriet Robinson. Esta experta en sida de la Universidad Emory y cofundadora de la empresa Geovax trabaja en nuevas estrategias de inmunización contra el sida. "El estudio debería acelerar el proceso de prueba de nuestro tratamiento, que promete ser más potente que el RV144", concluye.
Una enfermedad que se ensaña con el tercer mundo
33 millones
Número de infectados
Un informe realizado por la OMS en 2007 (últimos datos completos disponibles) estimó en 33 millones el número de personas vivas infectadas por VIH en el mundo.
2,5 millones
Nuevos contagios
En 2007, según la OMS, se contagiaron 2,5 millones de personas con el virus del sida. El 68% de ellos, en el África sub-sahariana. El sureste asiático es la siguiente región geográfica en número de infectados.
2,1 millones
Muertos por sida
El número de personas que perdieron la vida en 2007 por enfermedades relacionadas con el sida alcanzó los 2,1 millones.
3 millones
Personas en tratamiento
En el mismo informe de la OMS, se señala que sólo tres millones de personas recibían en 2007 tratamiento con antirretrovirales, apenas un 31% de todos los que lo necesitaban.
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