Fuente: MeriStation.
David Geary, psicólogo de la Universidad de Missouri en Columbia, ha dirigido un estudio sobre los efectos de los videojuegos. La investigación se ha centrado en las diferencias entre jugar con amigos o con desconocidos. Y los resultados resaltan que en el segundo caso se dispara la testosterona, algo que no sucede al jugar con conocidos. Básicamente, al jugar con desconocidos, el usuario se siente como si estuviese en una guerra y la hormona dispara la agresividad.
Geary lo justifica: "En una competencia seria con desconocidos puedes matar a todos tus rivales y es mejor. [En el otro caso,] no puedes alienar a tus compañeros de grupo, porque los necesitas."
Los investigadores han usado Unreal Tournament 2004 en la investigación. Contaron con 42 estudiantes universitarios masculinos, que dividieron en 14 grupos de 3. Ninguno se conocía previamente. Geary propuso que cada equipo practicase 6 horas durante una semana para establecer en el equipo un vínculo emocional. Finalmente la mitad de los equipos se enfrentaron en el modo Onslaught, y después en deathmatch. La otra mitad, se enfrentó primero en deathmatch y después en Onslaught. Además, los ganadores se llevaban 45 dólares y 15 los perdedores.
Las victorias en equipo del modo Onslaught disparaban mucho más la testosterona, pero cuando el equipo se enfrentaba entre sí en deathmatch, el vencedor mostraba un nivel inferior de la hormona que sus compañeros vencidos.
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