A veces ves innovaciones a las que reconoces de manera casi inmediata la capacidad de dinamizar mercados, de convertirse en factores importantes en procesos de compra, de generalizarse y convertirse en omnipresentes en poco tiempo. Dos ejemplos recientes son los introducidos por Intel con su Remote Access y por Dell con su Latitude-On: en ambos casos, se trata de innovaciones importantes, que aportan mucho al panorama de los PCs, y que se disponen a tener su importancia en la próxima temporada importante de ventas, la mítica “back-to-school” (junto con las Navidades, los dos momentos más importantes del año en el mercdo de particulares).
El Remote Access de Intel permite que un PC sea “despertado” de su estado de suspend o sleep mediante una conexión entrante en forma de llamada mediante teléfono IP. Hasta el momento, a pesar de existir muchos productos capaces de proveer gestión remota de una máquina, éstos debían actuar sobre una máquina encendida, provocando un considerable gasto energético. Ahora, un PC podrá ser tranquilamente dejado en stand-by, pero seguirá pudiendo recibir llamadas entrantes o estando disponible para que su propietario lo despierte y acceda a archivos de cualquier tipo, o empiece a grabar contenidos. Ordenadores más verdes y más capaces, y los socios clave en el desarrollo de estas funciones han sido JaJah, Cyberlink, Orb y Pando.
El Dell Latitude-On es, como innovación, un paso todavía más fuerte: ser capaz de encender tu portátil y acceder de manera inmediata a funciones como el e-mail, navegación web, funciones de organizador personal y lectura de documentos sin tocar para nada el sistema operativo principal, obteniendo así una vida útil de la batería de unas diecinueve horas. El nombre interno de este desarrollo en Dell ha sido BlackTop, combinación de “BlackBerry” y “Laptop”, y se trata precisamente de eso: de poder llevar a cabo las funciones que permite un BlackBerry, pero en la comodidad del teclado completo y pantalla grande de un portátil, sin perjudicar la duración de su batería. Una función verdaderamente disruptiva. ¿Cómo la ha conseguido Dell? Muy sencillo: instalando en sus portátiles un sistema operativo por encima de Windows, concretamente SUSE Linux Enterprise Desktop 10, y poniéndolo a hacer todas esas funciones “sin despertar al monstruo”. Como bien comenta ComputerWorld en un duro artículo, más que Latitude-On, se trata de Windows-Off: montar en un laptop una especie de “segunda máquina” del estilo de un Asus Eee, con un procesador Intel Arm (el mismo que llevan algunas Asus Eee), almacenamiento en memoria flash, un Linux, un Firefox y algunos visores de documentos. Un conjunto de prestaciones que pronto se encontrarán en la mayoría de los portátiles, primero de Dell y luego de otros, pero que se construyen en base a una serie de piezas en las que Microsoft no interviene. Como dicen en InternetNews.com, “Dell Latitude ON - big win for Linux“, calificado como de un desastre para Microsoft parecido al que sufrió en el mercado de los ultraportátiles: ver como todo un segmento, el de los UMPC, se desarrolla al margen de su producto estrella, opta por Linux, y Microsoft sólo es capaz de afrontarlo con un producto tan antiguo como Windows XP. El artículo de ComputerWorld razona que cuando la industria innova lejos de Redmond, cuando Intel y Dell tienen que irse a buscar socios para innovar en las compañías que realmente innovan, y Microsoft además no reacciona como antes hacía - poniendo su propia maquinaria de innovación a funcionar y presionando a Dell e Intel para que opten por ella - es que la que realmente necesita una llamada para salir del sleep mode es… la propia Microsoft.
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