Ha
sido (y continúa siéndolo) una de las más importantes empresas
dedicadas a proporcionar seguridad a equipos informáticos, pero hace más
de una década la empresa rusa comenzó a tratar de anular la competencia
con un método más que discutible: desarrollando ataques que lograban
engañar a otros antivirus para que borrasen archivos inocuos de los
equipos en los que estaban instalados. Si no puedes ser mejor que tu
enemigo, consigue que éste trabaje mal. Tal podría haber sido el lema
detrás de esta estrategia.
La campaña, por supuesto secreta, ha tenido durante más de una década en su objetivo a Microsoft, AVG, Avast y otros rivales de la
empresa rusa Kaspersky Labs, que habría logrado confundir mediante
software propio a las herramientas de la competencia para que
procediesen a borrar archivos de sistema en los ordenadores donde
estaban instalados, con los consiguientes fallos de funcionamiento.
Algunos de esos ataques estuvieron ordenados directamente por el
propio cofundador de Kaspersky Labs, Eugene Kaspersky, como fórmula para
conseguir eliminar a los rivales, especialmente a los de menor tamaño a
quienes consideraba que estaban aprovechándose de la tecnología
desarrollada por la empresa rusa en lugar de desarrollar la suya propia.
Como respuesta un grupo muy reducido de personal habría intervenido en
los ataques capaces de confundir con falsos positivos a los equipos
donde estaban instalados los antivirus y herramientas de seguridad de la
competencia, consiguiendo que se borrasen importantes archivos de
sistema produciendo fallos en el funcionamiento de los ordenadores. La
acusación ha sido negada desde Kaspersky que califican esas conductas de
poco éticas, deshonestas y de legalidad como poco cuestionable.
Por su parte Microsoft, AVG y Avast han informado de intentos
por parte de agentes no identificados de inducir a sus respectivos
softwares para ofrecer falsos positivos, ataques que llevarían años
produciéndose, aunque cuando se ha identificado a Kaspersky como posible origen de dichos ataques no han querido declarar al respecto.
La información se ha conocido tras filtrarla dos antiguos
trabajadores de Kaspersky que confesaron haber trabajado en métodos de
ingeniería inversa aplicados sobre los antivirus de la competencia para
encontrar la forma de engañarlos a fin de que marcasen como maliciosos
archivos que en realidad no lo eran.
Mientras Kaspersky alcanza los 400 millones de usuarios entre los que se cuentan 270.000 grandes y medianas empresas.
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