“Pon un gato en tu iPhone”. Esta puesta al día de un antiguo anuncio de Esso podría valer pronto para Apple. La Oficina de Patentes y Marcas de EE UU ha emitido una patente para el gigante de Cupertino en la que se describe un dispositivo que se activa cuando el móvil está cayendo y lo gira antes de chocar con el suelo para limitar el posible daño. Lo mismo que haría instintivamente un felino.
La primera tarea de este sistema innovador, del que no se sabe todavía si ha sido implantado en algún prototipo, es detectar la caída y establecer rápidamente la distancia del suelo y el ángulo de impacto. Para hacerlo, como se ha filtrado en la prensa especializada, aprovecharía algunos componentes –la mayoría de ellos ya incorporados en el iPhone– como acelerómetros, sensores giroscópicos, de posición, de localización, de imagen y de sonido.
Para cambiar la trayectoria del smartphone, Apple utilizaría el mismo motor que ya sirve para hacer vibrar el móvil, o métodos más exóticos como gas comprimido. Para mejorar sus aterrizajes con el trascurso del tiempo, el sistema guardaría en su memoria los datos de todos los impactos.
La patente se solicitó el 16 de septiembre de 2011 y presenta ilustraciones de lo que parece ser un iPhone 4, pero podría explotarse también en la actual línea de móviles del gigante tecnológico. Según se desprende de la prensa especializada, lleva las firmas de Fletcher Rothkopf, que patentó el iWatch, y de Nicholas V. King, prolífico ingeniero de la casa de Cupertino.
Mientras la filial española de Apple no quiere comentar la noticia, las mismas fuentes creen que este sistema tiene escasas probabilidades de convertirse en realidad. “A menudo las empresas presentan patentes no porque realmente quieren construir el dispositivo, sino para proteger su propiedad intelectual”, escribe la revista online Gizmodo.
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