Cada día emanan de la blogosfera historias increíbles. Las hay de todos los colores y sabores; tristes, divertidas, originales, pesadas o conocidas. Pero siempre hay alguna que no nos deja indiferentes y que tratamos de traerte en nuestro resumen diario.
Hoy nos trasladamos hasta la década de los años cincuenta, en Canadá, donde el gobierno del país consideraba que los funcionarios del estado, militares y policías que fueran homosexuales suponían un grave riesgo para la seguridad nacional en plena guerra fría, ya que "si su homosexualidad era descubierta por el enemigo, podrían chantajearlos a cambio de información confidencial y secreta".
Así que ni cortos ni perezosos, los dirigentes del país financiaron el proyecto «fruit machine», una máquina que a través de dudosas técnicas y mediciones (dilatación de pupilas, palpitaciones del corazón, sudoración) trataba de determinar la orientación sexual de los engañados pacientes que pensaban que se trataba de una prueba para detectar su nivel de estrés.
De esta forma es cómo la controvertida máquina arrojó más de nueve mil nombres de presuntos homosexuales, la mayoría de los cuales fueron despedidos. El relato lo encontramos en la Aldea Irreductible, el blog invitado esta semana, escrito por Javier Peláez.
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