El compromiso de California por convertirse en el Estado abanderado de las energías renovables de Estados Unidos ha traspasado todas las fronteras, incluida la del espacio exterior. La semana pasada, la Comisión Estatal de Servicios Públicos dio luz verde a un innovador proyecto presentado por la compañía Pacific Electric, que se propone poner en órbita la primera granja solar espacial a 36.000 kilómetros sobre la Tierra.
La compañía eléctrica líder en California se ha asociado con la empresa energética Solaren para instalar una red de satélites equipados con tecnología fotovoltaica que les permitan producir energía y enviarla a la Tierra de manera eficiente y limpia.
El Gobierno de Arnold Schwarzenegger trata de cumplir así con su propósito de conseguir que un tercio de la energía producida en el Estado de California provenga de fuentes limpias en 2020. "Con esta inversión en proyectos de energía renovable", aseguró en un comunicado Governator, como se le conoce en la zona, "California tiene por delante un futuro energético brillante".
El funcionamiento de la granja, al menos en teoría, es simple. Solaren planea situar los satélites en órbita geoestacionaria de manera que puedan evitar la sombra de la Tierra y generar energía las 24 horas. A través de células fotovoltaicas de última generación, recogerán la energía solar y la transformarán en ondas de radiofrecuencia para enviarla a la Tierra.Una estación receptora situada en Fresno (California) recogerá las ondas y las convertirá de nuevo en electricidad. De seguir el calendario previsto, la primera planta solar espacial podría estar en funcionamiento en 2016 y, según los planes, podrá cubrir las necesidades energéticas de aproximadamente 250.000 hogarescalifornianos.
Lo que aún es una incógnita es el coste total del proyecto y si podrá ser rentable a corto y medio plazo. Gary Spirnak, presidente y fundador de Solaren, estima que la operación necesitará una inversión de, como mínimo, "varios miles de millones de dólares", a lo que habrá que sumarle los aproximadamente 150 millones extra que costará poner en órbita cada uno de los cuatro satélites que formarán parte de la primera fase del proyecto.
Satélites a pleno Sol para exprimir la luz
Según Gary Spirnak, presidente de Solaren, la ubicación de los satélites permitirá que la capacidad de las placas solares no se vea afectada por las nubes o por la llegada de la noche.
Se podrá maximizar su potencial hasta el 97%, muy por encima del rendimiento de entre el 15% y el 25% que ofrecen las terrestres.
Con una situación privilegiada frente a la luz emitida por el Sol, los satélites serán capaces de producir 800 gigavatios hora de electricidad en su primer año de funcionamiento. Esta cifra llegará a los 1.700 gigavatios hora en los años siguientes, cuando la red esté a pleno rendimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario