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2009/12/05

Los robots salen de las fábricas para llegar al hogar

Fuente: iProfesional.

Los robots, en la actualidad, son usados principalmente en el ambiente fabril, diseñados para ejecutar en forma repetida una tarea simple y son fijos. Para que la robótica sea personal, deben moverse y manipular objetos en ambientes humanos desordenados y dinámicos. Deben comprender lo que los rodea sintiendo y reconociendo el movimiento en un mundo físico dinámico, y aprender a adaptarse a nuevos escenarios.

No se trata de un relato de ciencia ficción del siglo pasado. En la reciente Exposición Internacional de Robots, realizada en Japón, y también en otros eventos cada más vez se observa la presencia de estas máquinas fuera del ámbito industrial.

Japón tiene una de las principales industrias robóticas en el mundo y el Gobierno promueve el desarrollo de ese sector como un camino al crecimiento.

Este año, el Instituto Nacional de Ciencias Industriales Avanzadas y Tecnología, una organización respaldada por el gobierno local, reveló un equipo con rostro femenino que camina y habla. Sin embargo, todavía no ha recibido la aprobación, según las normas de seguridad, y no puede ayudar a los seres humanos con sus tareas domésticas.

La robótica no es algo exclusivo de Japón. Por ejemplo, en los Estados Unidos, en los laboratorios de investigación de Intel, el mayor fabricante mundial de chips, trabajan en dos prototipos de máquinas personales. Uno de ellos tiene un campo eléctrico pre-toque instalado en la mano. La técnica es una nueva modalidad sensorial usada por los peces, pero no por humanos, de manera de poder “sentir” objetos aún antes de ser tocados.

El otro es una máquina móvil de manipulación completamente autónoma que puede reconocer rostros e interpretar y ejecutar comandos genéricos como “por favor limpie esta confusión” usando condiciones actuales de planeamiento de movimientos, manipulación, percepción, e inteligencia artificial.

Además, surgen innovaciones para robustecer la interacción hombre-máquina. Una demostración de esto es el auricular EPOC, de la empresa Emotiv, que identifica estándares de ondas cerebrales, los procesa en tiempo real y descubre qué pensamientos conscientes o inconscientes tuvo el usuario, como expresiones faciales, acciones conscientes o emociones.

Quien use el auricular puede pensar en sonreír o levantar un objeto y un avatar lo haría. EPOC actualmente puede identificar más de 30 “detecciones” distintas a través de los 16 sensores de dicho auricular.

De humanoides a robots industriales

En Japón se pudo ver a un robot capaz de reconocer a su creador, brazos electrónicos para ensamblar a velocidad de vértigo y hasta un humanoide que juega al ping pong.

En Tokio participaron casi 200 empresas en la Exposición Internacional de Robots, que se celebra cada dos años en el centro Tokyo Big Sight. Es la mayor cita mundial de un sector abanderado por Japón, país del que salen la mitad de los robots industriales del mundo.

En un área de 25.690m2 se presentaron 840 puestos de exhibición, organizados por la Japan Robot Association (JARA), y el diario The Nikkan Kogyo Shimbun.

Esta industria, en ese país asiático, fue valorada en 522.000 millones de yenes el año pasado (casi u$s9.500 millones), una cifra que los fabricantes esperan alcance los 900.000 millones de yenes en el 2016.

Las causas de esta expansión son la crisis de la economía y el envejecimiento de la población en Japón, que conducen a nuevos usos prácticos y comerciales de estos ingenios, como empaquetar, levantar pesos, soldar, realizar trabajos de albañilería y rastrear tras desgracias originadas por desastres naturales.

Como no podía ser de otro modo, un robot humanoide fue el encargado de cortar la cinta de acceso al recinto, que presentaba un aspecto digno de una película de ciencia ficción.

Decenas de ellos, la mayoría destinados a procesos industriales, exhibieron sus aptitudes ante el público, mientras representantes de las 192 empresas participantes explicaron orgullosos sus características y las mejoras de los ingenios electrónicos.

Firmas como Toshiba o Mitsubishi, al lado de nombres menos conocidos como Anybots o ABB, llevaron a la capital nipona desde enormes máquinas para realizar procesos automáticos hasta minúsculos aparatos teledirigidos para operaciones de precisión.

Con sentidos humanos
Entre los que más llamaron la atención estuvieron los robots humanoides, que en los últimos años han mejorado su "vista" y "tacto" gracias a los avances en óptica digital y al desarrollo de sensores eléctricos.

De los laboratorios de la nipona Kawada Industries, por ejemplo, salió "Hiro", un artefacto con cámaras en los ojos y en las palmas de las manos, capaz de reconocer colores y formas y que se mueve gracias a un sistema operativo de tiempo real.

"Hiro", gracias a estas características, "es capaz de identificar un rostro", explicó uno de sus creadores, Maksim Radev, mientras el robot le clavaba la mirada y seguía atento cada uno de sus movimientos.

Mide poco más de metro y medio, pesa 70 kilos y es capaz de sostener 20 kilos sobre sus brazos y agarrar objetos de hasta dos kilos con cada mano.

"Se puede controlar fácilmente utilizando el Windows XP, lo que lo hace muy accesible", añadió Radev, quien precisó que este robot no tiene uso industrial, al contrario de su compañero "New Age", de apariencia similar. Aquí, un video de este equipo:

Otra compañía, Anybots, exhibió un ingenio teledirigido, poco mayor que un aspirador doméstico, pensado para actuar como un "supervisor" a distancia en la era de la deslocalización.

"El robot puede estar por ejemplo en una fábrica en Japón mientras desde el otro lado del mundo alguien, en el departamento de Producción, lo dirige y puede ver cómo va la producción a través de los ojos del robot", indicó Daniel Casner, uno de sus creadores.

Si bien muchos de los ingenios son para uso industrial, su presencia en otros ámbitos es cada vez mayor: según la Asociación de Robótica de Japón, se calcula que el mercado para los robots dedicados al sector servicios supondrá u$s15.000 millones en 2015.

Así, en la feria se enseñaron ingenios como el Robot Ping Pong, un androide que casi siempre gana, o "Herby", un muñeco con forma de bebé pensado para que los ancianos lo estrechen contra su pecho, lo que permite que los sensores que el muñeco tiene implantados le midan el pulso e incluso realicen un electrocardiograma.

También se mostró la versión mejorada de "Paro", una foca de peluche llena de sensores que le permiten comportarse como si fuera un animal real, moviéndose, emitiendo sonidos y reaccionando a estímulos.

Ese robot tiene un fin "terapéutico y pediátrico", según sus creadores, que afirman que la foca-robot aumenta la capacidad de comunicación de sus poseedores y reduce el estrés.

El empleado ideal
En la feria estuvo Motoman, quien podría ser el empleado ideal. Cuando no realiza soldaduras por puntos en una línea de producción de automóviles, lanza panqueques o crepes sin derramar ni una gota de masa, y realiza análisis de sangre rutinarios. Motoman es de la compañía Yaskawa Electric Corporation.

La empresa lo presenta como una máquina "que en breve va a estar sustituyendo personas sin necesitar de mucho espacio o cambios en las líneas de producción".

Este fabricante, enfocado hasta ahora en producirlos para la industria automotriz, cambió sus objetivos y quiere ampliar las áreas de actuaciones de sus máquinas para otros sectores, principalmente de servicios y enfermería.

El envejecimiento de la sociedad japonesa y la baja tasa de nacimientos del país originaron un mercado potencialmente considerable de robots de compañía y ayuda.

La silla de ruedas robótica de la Universidad de Tokio utiliza sensores que permiten a los usuarios controlar sus movimientos cambiando de lado su peso corporal, mientras el robot móvil de “asistencia a humanos” de NSK –un perro guía de alta tecnología sobre ruedas– guía a su propietario para salvar obstáculos.

También se exhibió un nuevo traje de fuerza mejorado de la Universidad de Ciencias de Tokio que se empezará a producir para uso comercial el próximo año. Esta ropa permite a la persona que lo viste realizar trabajos de levantamientos agotadores y tiene unos usos muy evidentes entre ancianos y enfermos.

Otros pueden construir modelos de Lego, sostener rodajas de bizcocho sin aplastarlas o transmitir imágenes de video en vivo mientras se deslizan entre los escombros causados por un terremoto.

Médicos de acero
El gigante tecnológico Panasonic anunció que diseñó un robot médico que estará disponible a partir de marzo del 2010 en el mercado japonés, cuya función principal será la de ayudar a médicos en la distribución de medicamentos.

Es de Panasonic y estará disponible inicialmente en los hospitales japoneses y se comercializará desde la fecha mencionada precedentemente en Estados Unidos y Europa.

Según el vocero de la firma en Japón, Akira Kadota, “es el primero en nuestro proyecto robótico. Su función es organizar medicamentos inyectables para los pacientes, ahorrando tiempo a los empleados farmacéuticos", explicó y agregó: “no tiene aspecto humanoide, más bien se parece a un armario con muchos cajones pequeños". Los farmacéuticos depositan medicamentos en el robot y a su vez, éste almacena información médica de los pacientes. Con estos datos, llegado el momento determina el medicamento para cada paciente y lo coloca en el cajón que corresponda al nombre de aquél.

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