Los vendedores de souvenirs indicaron el martes que habían mejorado las ventas de estatuillas de la catedral de Milán como la que fue lanzada al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en un ataque ocurrido el fin de semana.
"Las ventas definitivamente han aumentado", dijo Mario, un propietario de un puesto donde se venden recuerdos en la plaza de la catedral, donde ocurrió el ataque el domingo.
"La gente definitivamente está comprándolo como un souvenir del suceso, parece ser uno de los más populares regalos de Navidad", añadió.
Una puntiaguda réplica de la catedral gótica fue usada por un hombre con antecedentes de enfermedades mentales para golpear en el rostro a Berlusconi, de 73 años, rompiéndole la nariz, dos dientes y produciéndole cortes en los labios.
El líder conservador italiano, golpeado mientras firmaba autógrafos tras un mitin político, será dado de alta del hospital el miércoles. Los doctores dicen que deberá guardar reposo durante dos semanas y que estaba muy alterado por el ataque.
"Tenía que comprar un souvenir, será un regalo de Navidad", afirma un turista brasileño.
Los souvenirs están hechos de diferentes materiales. El modelo más pesado de mármol cuesta alrededor de 10 euros y el modelo más liviano de resina entre 5 y 6 euros. No estaba claro cuál fue lanzado a Berlusconi por Massimo Tartaglia, de 42 años.
"La gente pasa y la levanta para ver lo pesada que, para ver si el peso del objeto realmente pudo haber causado todo ese daño a Berlusconi", afirma otro vendedor.
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