Steve Ballmer está a punto de cumplir una década como CEO de Microsoft, pero los motivos para celebrar este hecho no están justificados, según recoge Newsweek. En su edición digital, el semanario realiza algunas predicciones de las compañías tecnológicas para el próximo año y apuesta por la salida del directivo de la empresa que ayudó a fundar.
Según comentan, en los últimos diez años, Microsoft ha ido en caída libre y esto es culpa en gran parte de su mandamás. Además de haber ocasionado fracasos como el del sistema Windows Vista o la caída de acciones en casi un 50%, el CEO no habría sabido reaccionar y tomar posiciones fuertes en los segmentos tecnológicos emergentes de la última década. Así, Google y Apple le habrían ganado la partida en más de una ocasión, por ejemplo, en el mercado de las búsquedas y en el de los MP3.
Desde la publicación son muy duros con el carácter del ejecutivo: “Es un gritón y tiene pinta de matón. No es el tipo más fácil para trabajar. Si en lugar de en Microsoft trabajara en otra compañía este tipo estaría en problemas”.
Para finalizar, atribuyen el liderazgo de Ballmer a la amistad que le une con Bill Gates desde sus tiempos universitarios y a que no hay un “heredero” claro en la enseña de Redmond. No obstante, avisan de que los inversores están empezando a inquietarse y que podrían pedir una reorganización de la compañía en breve.
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