Arabia Saudí inaugurará la próxima semana su primera universidad de ciencia y tecnología. Sin embargo, hasta que la influencia de las autoridades clericales no sea no sea apartada de la enseñanza estatal, el sistema educativo del país petrolero no entrará en la edad moderna, según la opinión de varios analistas.
El rey Abdullah ha invitado a jefes de Estado, importantes empresarios y a premios Nóbel a la apertura de este centro de educación superior, el cual se espera que produzca científicos e ingenieros saudíes y ya ha atraído a investigadores de primera línea.
La institución forma parte de los proyectos del Gobierno para preparar mejor a los saudíes para el mercado de trabajo del sector privado y para disminuir la dependencia del Estado árabe de millones de trabajadores extranjeros y de los ingresos petroleros, todo esto motivado por el rápido crecimiento de la población joven del país petrolero
La Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología (KAUST, por sus siglas en inglés) es el primer instituto en la nación islámica independiente del Ministerio de Educación, donde los clérigos, que se oponen a la supresión de contenidos religios, tienen mucho peso.
Hombres y mujeres podrán interactuar, lo cual contrasta con la estricta segregación de género que existe en el reino musulmán.
Necesidad de cambio en el sistema educativo
Los analistas y diplomáticos coinciden en que la KAUST constituye un paso en la dirección correcta, pero vaticinan que la educación estatal seguirá siendo ineficiente a menos de que el gobierno impulse reformas radicales.
"Necesitamos cambiar la mentalidad con respecto al concepto de enseñanza. Necesitamos revisar todas nuestras prácticas educativas... También tenemos que ser consistentes con las necesidades de la educación moderna y los requerimientosd del mercado," expresó el columnista saudí Abdullah al-Alami.
Ghanem Nuseibeh, un analista político residenciado en Dubai, coincide con al-Alami: "El mayor problema sigue siendo la educación primaria."
A pesar de disponer de inmensos recursos financieros, los parámetros de la educación escolar y universitaria saudí son gobernados por las escrituras religiosas, y el estudio de muchas de las materias está fuera del alcance de las mujeres.
Aunque la KAUST goza de una financiación prácticamente ilimitada, equipamiento sofisticado y es dirigido por autoridades autónomas, muchas de las escuelas y universidades saudíes aún tienen currículas dominados por la religión, a pesar de los esfuerzos por iniciar reformas que comenzaron después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En el bachillerato, el 24 por ciento de las materias son de matemática o ciencia, menos del 32 por ciento de Jordania o el 28 por ciento de Irán or 28 percent in Iran, según un estudio llevado a cabo por Booz Allen Hamilton en 2002.
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