Buscar

2008/09/05

Gracias a la vida

Fuente: elcorreodigital.

James Ussher, arzobispo de Armagh y primado de Irlanda a mediados del XVII, dató la creación del mundo la noche anterior al 23 de octubre de 4004 a.C., hoy sabemos que con un error de más o menos trece mil millones de años. Eso de la creación del mundo se ha popularizado bastante desde hace un par de décadas. Peter Molyneux robó el fuego de los dioses y se lo entregó a los humanos, que en 1989 compraron copias del 'god game' seminal, 'Populous'. Sid Meier creó en 1991 'Civilization', el primer título de estrategia que se podía jugar desde la edad de piedra hasta la conquista del espacio, haciendo perder a los jugadores una cantidad de tiempo proporcional.

Will Wright es el tercer hombre en esta trinidad de creadores de mundos. El cerebro detrás de 'Los Sims', la franquicia más rentable de la historia del PC, con 100 millones de copias vendidas, ha presentado esta semana en Madrid su última creación, que sale hoy a la venta después de tres años de espera. 'Spore' recoge los poderes divinos de 'Populous' y el enfoque histórico de 'Civilization' para dar forma a la simulación más ambiciosa hasta la fecha: un juego sobre la evolución biológica, social y tecnológica de la vida, desde la aparición de la primera célula hasta la guerra de las galaxias.

El principal atractivo de 'Spore' son las herramientas que pone a disposición del jugador para diseñar las criaturas a su antojo. El único requisito es dotarlas de boca, ya que la partida comienza como una feroz batalla por el alimento. Todo lo demás es opcional. ¿Dos cabezas? ¿Cuatro brazos? ¿Seis ojos? ¿Alas, antenas? Cualquier cosa es posible si se han acumulado bastantes puntos de ADN durante el juego. La versatilidad del editor de criaturas es asombrosa, hasta el punto de que se vende de forma separada, bajo el título de 'Creature Creator'.

Sólo tirando del editor, durante el verano se han creado tres millones de especies con las formas más fantasiosas: personajes de películas y videojuegos, objetos domésticos como mandos de consola y los inevitables genitales andarines. «Cuando entregas a los usuarios el control creativo, asumes que van a hacer lo inesperado», dice Wright.

Complejidad creciente

El juego se divide en cinco fases de complejidad creciente. En la fase celular, el jugador es un microbio inmerso en la sopa primordial. El objetivo es devorar y no ser devorado. La segunda fase introduce la cooperación entre especies y ha sido comparada con 'Los Sims' por sus aspectos sociales. La fase tribal obliga al jugador a tomar las primeras decisiones estratégicas, y culmina en la fase de civilización, que tiene por objeto la conquista del planeta. La colonización espacial es la última etapa del juego. La criatura que nació como una célula inerme es ahora un ser todopoderoso, capaz de terraformar planetas inhabitables, destruir astros y viajar más rápido que la luz.

No es la primera vez que Wright propone una aventura a escala planetaria. James Lovelock, autor de la Teoría de Gaia, que considera la Tierra como un organismo vivo, fue la inspiración para 'SimEarth' (1990), curiosamente también un simulador de la evolución biológica. El fundamento de 'Spore' remite a la panspermia, que supone un origen extraterrestre de la vida (y, por tanto, su proliferación allá donde se den las circunstancias propicias). No obstante, el desarrollo de las criaturas se basa más bien en la anticientífica teoría del diseño inteligente que en la de la evolución, aunque tras modelar las primeras criaturas con forma de botijo, muelle o pene, uno se pregunta hasta donde llega lo de inteligente.

La versión completa de 'Spore' ha salido a la venta en versión híbrida para PC y MacIntosh. Requiere conexión a Internet para su validación y, en el caso de Mac, exige unos requisitos ligeramente altos: para empezar, un sistema operativo Leopard con un giga de RAM. En PC, basta medio giga y un modesto Windows XP. Los móviles y la Nintendo DS disfrutarán de las primeras versiones, limitadas por ahora a las fases iniciales del juego.

No hay comentarios: