Apple volvía a recuperar hoy la cota de los 600 dólares durante la jornada bursátil, algo que no pasaba desde 2012, si bien al cierre se situaba en 594,41, tras perder un 1,09%. La empresa, beneficiada por la mejora en la recomendación por parte de RBC, aprobó en abril un aumento del 8% del dividendo así como una ampliación de su plan de recompra de acciones de 60.000 a 90.000 millones de dólares. Entre agosto de 2012 y marzo de 2014, Apple ha destinado de 66.000 millones a su plan de retribución a los accionistas.
Los inversores parecen haber valorado positivamente las últimas cuentas trimestrales publicadas por la compañía. Desde la presentación de resultados de su segundo trimestre fiscal, el pasado 23 de abril, los títulos de la compañía de la manzana se han revalorizado cerca de un 14%. Dicho trimestre, Apple elevó sus ingresos un 5%, hasta 45.600 millones de dólares, por encima de las previsiones del mercado, mientras el beneficio subió un 7%, también por encima de las estimaciones de los analistas.
Con este avance, la capitalización de Apple ha vuelto a los 512.000 millones de dólares, lo que consolida a la firma como líder del ranking por delante de Exxon Mobil, Google y Microsoft. Ahora, el mercado –que durante un tiempo ha estado cuestionando la capacidad de la compañía para mantener el crecimiento y seguir innovando– se pregunta si Apple volverá a ser capaz de alcanzar su máximo histórico por encima de los 700 dólares, registrado en septiembre de 2012.
El nuevo tirón de Apple coincide también con los indicios de que la compañía podría estar ultimando el lanzamiento del rumoreado reloj inteligente, iWatch. “Parece que algo va a suceder pronto. La pregunta es: ¿cuál será la próxima tecnología disruptora de Apple?”, dijo Brian Blau, director de investigación de Gartner. Reuters también informó ayer de que Apple está conformando un equipo de ejecutivos de alto rango relacionados con el sector de la biotecnología y la biomedicina, lo que podría apuntar –según destacó– a una importante apuesta de la firma en el ámbito de la salud en dispositivos wearables.
En esta misma línea, Apple lleva tiempo apostando por el campo de los sensores para incluirlos en sus futuros equipos para que indiquen el nivel de azúcar en sangre, el ritmo cardiaco y otras constantes.
Apple, presionada por Samsung y otros rivales, estaría buscando fórmulas para incentivar las ventas de sus iPhone 5S y 5C. Según Cnet, entre sus planes estaría permitir a los clientes devolver sus móviles y recibir un descuento con la nueva compra. La iniciativa podría buscar también acabar con el stock ante la rumoreada llegada de un iPhone 6 de 4,7 pulgadas y de un plablet iPhone de 5,5 pulgadas. Un portavoz de la compañía en España no confirmó ayer la noticia.
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