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Uno de los temas que más polémica ha suscitado en el ámbito de las telecomunicaciones en los últimos días ha girado en torno a la posible eliminación de las tarifas planas de ADSL. El debate surgió a raíz de unas declaraciones del consejero delegado de Telefónica, Julio Linares, en las que se abogaba por acabar con la filosofía de un pago igualitario por los servicios de Internet.
Según Linares, los usuarios que quieran hacer un uso más intensivo de la Red deberían pagar menos que los que no le sacan tanto provecho. Esta medida supondría además una solución al desequilibrio que asegura que existe entre los costes de la red y los ingresos de las operadoras. "En Telefónica no estamos en contra de las tarifas planas y vamos a seguir dándolas. Lo que creemos que es negativo son las tarifas planas ilimitadas que permiten manejar cualquier volumen de información", matizó Linares.
De este modo, Telefónica apuesta por un nuevo modelo de tarifas que se adaptarían a las necesidades de cada tipo de cliente. Linares se apresuró a decir que este sistema no tendría por qué repercutir negativamente en los clientes: "es posible aspirar a un modelo sostenible hablando con los agentes de forma abierta, consensuando las soluciones y sin que tenga repercusión negativa en los precios que pagan actualmente los usuarios".
Vodafone también está preocupada
El presidente de Vodafone en España, Francisco Román, ha manifestado que su compañía es de la misma opinión que Telefónica y, si bien asegura que las tarifas planas son positivas y se seguirán ofreciendo, no puede apoyar aquellas tarifas "ilimitadas". "La palabra ilimitada es un gancho peligroso, ya que ¿cuántas cosas ilimitadas se pueden alojar en algo que por naturaleza es finito?", explicó.
Román ha aclarado que en la realidad casi todas las tarifas que Vodafone posee tienen algún tipo de "control", o bien por descenso de velocidad a partir de ciertos límites u otros mecanismos similares. Román cree que las tarifas planas son "sencillas, cómodas y comprensibles" para muchos clientes y se seguirán proporcionando, pero con una fórmula que permita que convivan una oferta atractiva y a la vez practicable en un futuro.
Yoigo cree que al final pagará el usuario
A raíz de las declaraciones de Linares, el presidente de Yoigo, Johan Andsjö, señaló que el futuro pasa por ofertas diferenciadas en donde "usuarios que consumen más, pagan más". El directivo explicó así que el futuro no pasa por tarifas planas ilimitadas, pero añadió que, a diferencia de Telefónica, creen que el aumento de precio recaerá sin remedio en el usuario final ya que no confían en el cobro por uso de la red de los proveedores de contenidos como Google.
Orange se desmarca de la competencia
Mientras que Telefónica y Vodafone hablan de un gran riesgo de colapso del modelo actual del mercado de Internet, Orange se ha desmarcado de esa impopular postura. Jean Marc Vignolles, el consejero delegado de la compañía, ha dicho: "Nosotros no tenemos problemas de capacidad. No tenemos intención de modificar nuestra propuesta de tarifas ni en el fijo ni en el móvil".
Por otro lado, en lo que Orange sí está de acuerdo con Telefónica, es en que sería positivo que los grandes proveedores de contenidos como Google o Yahoo cediesen parte de sus ingresos a las operadoras por el uso de sus redes.
Los internautas piden explicaciones
El presidente de la Asociación de Internautas (AI), Víctor Domingo, ha hecho un llamamiento al ministro de Industria para que se manifieste sobre la posibilidad de que las operadoras de telecomunicaciones eliminen las tarifas planas, lo que considera que "supondría volver diez años atrás en el acceso a Internet".
No está claro cómo quedaría el mercado de las telecomunicaciones en España si se cumplieran las previsiones de Telefónica. Nuestro país ofrece uno de los servicios de ADSL más lentos del mundo, por detrás de países como Ghana o Mongolia, y también uno de los más caros. El ADSL en España es el segundo más caro de la zona Euro y el tercero de la UE, según la 'II Comparativa del coste del ADSL en la Unión Europea', realizada por la Asociación de Internautas y que analiza las ofertas, velocidades y precios que ofrecen las 27 operadoras dominantes de otros tantos países.
El cambio de tarifas podría conllevar una mejora en la calidad de los servicios así como la disminución del pago de Internet de muchos clientes, pero eso conllevaría un drástico aumento del precio para otra gran parte de los internautas.
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