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2010/02/15

El que no crece no sale en la foto

Fuente: La Vanguardia.

Por cuarto año consecutivo, llega a Barcelona el Mobile World Congress, esta vez en un contexto mejor que el ambiente depresivo del 2009. Según se mire, el pasado no ha sido un año tan malo para la industria de los móviles: acosada durante meses por la caída de la demanda, ha conseguido acabar a duras penas un ejercicio plano, gracias aque una categoría, los así llamados smartphones, le ha dado oxígeno. Aunque no a todos, y en las diferencias se encuentra la clave de los movimientos del ejercicio del 2010, en el que ha de cuajar un nuevo equilibrio de fuerzas entre las marcas que son dominantes y entre estas y las ascendentes.
Nokia
El líder del mercado, Nokia, sólo ha cedido un punto de su cuota al cerrar un cuarto trimestre de alivio: subieron sus ventas, también los ingresos, así como el precio medio y el margen operativo, cuadrando así un ejercicio delicado de giro estratégico. Ha sido el mejor trimestre desde inicios del 2008 para la compañía, pero, si se anualizan las cifras, sale a la luz que las ventas han sido inferiores a las de los dos años anteriores. Su estrategia del 2010 se resume en que tendrá menos modelos pero con más valor añadido, con los que apuntalar la orientación a los servicios. Con este enfoque pretende mantener su cuota de mercado cerca del 40% y defender el precio medio; en un horizonte no necesariamente lejano, se insinúan cambios de política industrial, en los que Nokia cedería la fabricación a una serie de contratistas asiáticos, unos actores desconocidos que van acumulando capacidad y poder.

Samsung
Un amplio catálogo de móviles con pantalla táctil y la rápida asimilación del sistema Android han sido dos hitos del éxito de Samsung a finales del 2009: el eufórico cuarto trimestre (+ 31% en unidades) permitió a la división de móviles del grupo coreano cerrar el año con un margen operativo que triplica el del 2008, pese al descenso del precio medio. Su ganancia de cuota no basta para dar alcance a Nokia, pero sí para distanciarse de LG. Para el año 2010, promete más agresividad en el lanzamiento de modelos, así como un nuevo sistema operativo propio (que se conocerá por primera vez en Barcelona) y también una tienda de aplicaciones. Asimismo, bajará el listón de precios de sus smartphones para que esta categoría se popularice en los mercados desarrollados y penetre en los emergentes, donde la empresa ha reforzado últimamente de forma considerable su red de distribución.

LG
Los directivos de LG reconocen que el 2009 ha sido para ellos un periodo de transición, su manera de decir que han sufrido la caída en los márgenes, producto de la presión sobre los precios y de mayores gastos en marketing, cuyos frutos deberían apreciarse este año. La compañía confía en vender 140 millones de unidades, un 19% más, duplicando el ritmo del mercado total. Su catálogo se reconstruirá casi por completo, haciendo una doble apuesta por Windows Mobile y Android, según podrá verse en la Fundación Mies van der Rohe, espacio donde la compañía desplegará sus galas cerca de la Fira. Una novedad esperada es el smartphone que ha desarrollado sobre un procesador de Intel, el primero con el que este fabricante de chips logra insertarse en un negocio del que ha estado extrañamente ausente.

Sony Ericsson
Sony Ericsson ha vivido un 2009 dramático, que ha llevado a la duda sobre la supervivencia de esta alianza entre dos socios cuya afinidad es discutible. La cuota de mercado se ha derrumbado y el margen operativo cerró el año en negativo - no tanto como el 2008-tras una severa reorganización que se llevó por delante a sus filas directivas. Las pérdidas se han reducido, sin cerrar la racha de seis trimestres consecutivos en rojo; la rentabilidad del 2010 dependerá casi por entero de una renovación de la gama de productos, con los que el consorcio sueco-japonés tratará de abrirse un hueco en los espacios de más valor, sin obsesionarse por ganar volumen. En la práctica, sigue apareciendo en la tabla de los cinco grandes, pero su posición es disputada por HTC, el fabricante que mejor partido ha sacado de las tendencias del 2009, en parte gracias a su alianza con Google.

Motorola
Motorola es un caso aparte: lleva dos años inmersa en una crisis de identidad y de mercado, a punto de caerse del núcleo de primeras marcas, una peripecia que se antoja impropia de la compañía que inventó el teléfono móvil. La recesión tiene poco que ver en ello: antiguos desaciertos en la cartera de productos la han obligado a aferrarse al sistema operativo Android, y en la segunda mitad del 2009 esta tabla de salvación ha funcionado. Sanjay Jha, primer ejecutivo de la división de telefonía móvil, cree que cruzará el umbral de rentabilidad a fines del 2010, momento en que podrá concretar el propósito de segregar la compañía en dos, sacando a bolsa esta rama de su actividad.

Otras tendencias
Al margen de este quinteto - sexteto, si se añade HTC-se libran otras batallas. BlackBerry, que sólo juega en el segmento de los smartphones para empresas y profesionales, mantiene un fuerte ritmo de crecimiento; Apple esgrime la atracción del iPhone entre los consumidores para entrar en ese espacio. Por otro lado, fabricantes de ordenadores - Acer, Dell, Asus, Lenovo-se abalanzan sobre el mercado de los móviles. Hay otra tendencia, menos visible pero muy importante: en lugar de estrecharse, se ensancha la proliferación de sistemas operativos para móviles. En esta línea, se aguarda con interés el próximo paso de Microsoft, que guarda en riguroso secreto aquello que Steve Ballmer desvelará mañana a mediodía desde Barcelona.

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