Héroes del rock a botonera

Fuente: La Nacion.

No me tembló la mano para clavar con un mandoble el profundo y oscuro corazón de un dragón. Tampoco me faltó valor para sostener el pulso firme disparando mi ametralladora pesada contra oleada tras oleada de marines que llegaban al lodazal ensangrentado de la isla de Iwo Jima. Ni para sortear a 200 km/h con mi Porsche las barreras policiales de la ciudad de Los Angeles. Por supuesto, todo esto en el mundo digital. Pero de lo que nunca sería capaz, virtual o realmente, es de integrar una banda de rock. Y esto es lo que propone el reciente Guitar Hero 5, desarrollado para consolas.

Por eso le propuse al adolescente Fermín Carpena, hijo de un amigo, que viniera a probarlo en mi casa, para poder ver así las reacciones provocadas por el equipo en un joven que ha tocado rock real en un escenario real con una guitarra real. La versión que recibimos estaba destinada a la PlayStation 2 -899,90 pesos-, aunque también salieron para las plataformas PlayStation 3 y Xbox 360, ambas a 999,90 pesos.

El Guitar Hero 5 consta de una guitarra eléctrica a escala, sin cuerdas -con botones-, y un software en DVD. Cuando colocamos el disco en la PS2 y, luego de un aparente error de funcionamiento, descubrimos con Fermín que era imprescindible no conectar a la consola el controlador. Una vez hecho esto, pudimos manejar el videojuego con el instrumento digital. Se pueden utilizar por cada consola tres guitarras o tres bajos, una batería o un micrófono.

El menú principal nos lleva a varias opciones, como Career. Aquí se puede crear un rockero o encarnar a uno existente. En modo Quickplay todas las canciones están desbloqueadas -hay 85 títulos de 83 intérpretes-, y en Free Play permite tocar hasta seis canciones sin riesgo de falla. También hay competiciones contra otros guitarristas y entrenamientos en la interpretación.

En Guitar Hero 5 hay que presionar los botones de colores que simulan cuerdas cuando aparecen en pantalla iguales tonalidades. Así de simple. Cada acierto, nota larga, acorde y trémolo son más puntos.

Con admiración lo miraba a Fermín mientras descubría las funciones y elegía al instante la que más le gustaba. Me aseguró que nunca lo había utilizado.