Fuente: Infobae.
Avanza un plan que pretende tomar como delitos fabricación, importación o distribución de videogames ofensivos “de las buenas costumbres y tradiciones de los pueblos, sus cultos, credos, religiones y símbolos”. Prevén penas de cárcel.
La iniciativa fue elaborada por el senador Valdir Raupp y fue aprobada recientemente por la Comisión de Educación del Senado de Brasil.
El proyecto debe ahora ser votado por la Comisión de Constitución y Justicia. De ser aprobado, modificará una ley relacionada con la divulgación de contenido discriminatorio en los videogames. La pena por esta infracción es de tres años de cárcel.
La normativa persigue prohibir “fabricación, divulgación, importación, distribución, comercialización y almacenamiento de videojuegos que ofendan las costumbres, tradiciones de los pueblos, sus cultos, credos, religiones y símbolos”.
El sitio especializado CNET fustigó la iniciativa, recordando que en los EEUU funciona correctamente el sistema de categorización de edades para los videogames violentos.
Esta no es la primera vez que Brasil intenta prohibir la venta de videojuegos considerados violentos. Años atrás hubo polémica con Carmageddon, Postal y Grand Theft Auto.
En 2008 fueron prohibida las ventas de Counter Strike, Everquest y Bully.
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