La nube es el término que "de momento" dan los expertos en la materia al cloud computing. En SIMO Network (la feria tecnológica que se celebra hasta hoy en Madrid), aún se trataba de buscarle un nombre definitivo a este concepto informático que se refiere a todo el software que se aloja en la Red (y no en el dispositivo del usuario). Darle un nombre y debatir sobre los riesgos y el futuro de esta nueva forma de vida digital.
Enrique Fernández-Laguilhoat, director de Plataforma y Desarrollo de Microsoft Ibérica, asegura que, si no en la forma, todos los actores están seguros de que "la nube va a jugar un papel fundamental, y una parte importante de los sectores y las empresas van a migrar a esto". Para Jorge Pestaña, director de Alianzas Estratégicas de HP, la nube es también "una realidad, que comparte elementos con lo que ya había, pero que comienza a implantarse con cambios de verdad". Estas afirmaciones cobran más sentido cuando se piensa en portales que usan esta tecnología, como Spotify (música), Flickr (fotos) o YouTube (vídeos), por poner unos ejemplos del éxito y la velocidad a las que crecen estas aplicaciones.
Las disidencias, o al menos los matices, surgen al pensar en el cómo. ¿Todos los programas van a estar en la nube? ¿Cuándo? ¿Hay garantías de seguridad? ¿Y privacidad? ¿Es la conectividad suficientemente sólida o potente para el cambio? Hemos pedido a estos dos expertos que traten de aclarar las dudas.
Fernández-Laguilhoat cree que la nube "no es disruptiva, es parte de lo que existe hoy y el objetivo es facilitar las migraciones y reducir costes, aprovechando lo que ya tenemos". A esta visión evolutiva y muy flexible se une Pestaña, que cree que "las grandes compañías irán más despacio, porque esto podría acabar con puestos de trabajo, pero las pequeñas empresas y los usuarios pueden moverse con mucha rapidez a este sistema, que reduce costes".
Las amenazas a la seguridad y la intimidad son los peligros que más se han achacado a este nuevo sistema, por su carácter etéreo y difuso del que también se dice que es más vulnerable a los hackers. "Ya ofrecemos niveles de seguridad muy altos, ahora le estamos prestando más atención al respeto a la protección de datos desde el punto de vista legal, para poder garantizar a las empresas que cumplen la ley
[cuando alojan datos de sus clientes en un servidor en otro continente, por ejemplo]", esgrime Fernández-Laguilhoat.
Lo que aún no se puede hacer, a juicio del experto, es garantizar a los usuarios que sus documentos o sus datos están igual de protegidos que en su propio ordenador: "Puede haber un acceso no deseado, evidentemente, está más protegido en tu PC bajo llave; pero, ¿y si mañana te roban el PC? Hay que transmitir al usuario que si se trabaja con una empresa seria sus datos estarán igual de protegidos". Pestaña disiente rotundo: "Es un mito, lo que ocurre es que el hombre por naturaleza se resiste al cambio; pero la seguridad no supone un riesgo. De hecho, en la nube se puede gestionar mejor la seguridad de lo que pueda hacerlo un usuario o una pequeña empresa".
En lo que sí coinciden los expertos es en el problema que puede derivarse de la dependencia constante a la conexión. "España ha progresado mucho, la conectividad no debería parar este proceso y no lo está parando; pero para operaciones críticas, como las de un médico-paciente o un servicio de emergencias, sí hay que tener modelos con desconexión que lo aseguren, pero sólo para aplicaciones críticas", cree Fernández-Laguilhoat. Pestaña comparte, de nuevo más cauto, las reservas: "La falta de conexión es un problema que no tienes con el modelo tradicional, pero las redes son cada día más fiables; en España hemos llegado a un nivel bastante digno, suficiente como para que los imprevistos se puedan sobrellevar".
Nicholas Carr, gurú del cloud computing, compara la revolución de la nube con la llegada de la electricidad. ¿Qué opinan nuestros expertos? "Es un deseo pero no va a ser tan sencillo, ojalá la recibamos así, pero la nube tiene más complejidad", afirma Fernández-Laguilhoat. "Es un poco exagerado", cree Pestaña. "Ya tenemos la instalación, se trata simplemente de quitar el generador de casa y contratar a una compañía que te la dé".
LOS RETOS DEL 'CLOUD COMPUTING'
Ventajas
- Fácil. Los internautas están acostumbrados a la nube: el correo electrónico, YouTube o Flickr son algunos ejemplos.
- Barato. Se reducen los gastos, tanto para usuarios como para las grandes empresas que controlan los servidores, ahora más concentrados y optimizados (green computing).
- Útil. Se puede trabajar desde cualquier parte y desde diversos dispositivos.
Inconvenientes
- Inseguridad. Aunque cada vez menos, aún hay reservas sobre la privacidad de los datos que circulan en la Red.
- Conectividad. Es el principal problema que ponen los expertos. La nube depende de la conexión, por lo que aún hay que reforzar las redes, sobre todo en operaciones de riesgo.
- Recelo. Algunos usuarios sienten que así tienen menos control sobre sus archivos.
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