Fuente: Publico.
"No saben que son alucinaciones y delirios. No saben del sufrimiento de sus hijos, ni lo que probablemente ven, oyen o piensan. No saben que sus hijos han perdido parte o toda la realidad." En un foro de Internet, un ciudadano anónimo retrataba así a quienes conviven con una persona que no es rara, ni está loca, sino que padece un trastorno que afecta al 1% de la población: la esquizofrenia.
El Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología comienza hoy en Estambul (Turquía) su 22º congreso anual, titulado El futuro de la esquizofrenia. Expertos de todo el mundo debatirán sobre los diversos tratamientos para intentar llegar a unas conclusiones que no sólo mejoren la calidad de vida de los enfermos, sino también la de familiares y amigos, que han de luchar contra un trastorno que no comprenden y cuyo tratamiento no siempre es efectivo.
La esquizofrenia presenta diferentes ámbitos patológicos indirectamente relacionados entre sí. El espectro de los denominados síntomas positivos hace referencia a alucinaciones auditivas o visuales, delirios y paranoias. La mayoría de estas manifestaciones tienden a aliviarse con medicación antipsicótica.
Otro de los espectros es el de los síntomas negativos, y es éste el que implica mayor dificultad. Los síntomas negativos están relacionados con la apatía, la disfunción social, el aislamiento y las deficiencias cognitivas. Los expertos enfatizan la necesidad de desarrollar medicamentos que actúen sobre este subtipo de la enfermedad, cuyos síntomas afectan de forma principal al 25% de los enfermos. "No existen fármacos para los síntomas negativos, y son estos los que más merman la calidad de vida", afirma el psiquiatra Alberto Fernández, de la Asociación Española de Neuro-psiquiatría.
Tratamiento combinado
Todos los pacientes necesitan los tratamientos psicoterapéuticos, pero son estos últimos los que deben hacer más hincapié en ellos. Se han desarrollado varios modelos de tratamiento psicoterapéutico consistentes en entrenamientos para mantener las funciones cognitivas y no perder la capacidad de relacionarse con otras personas. "Si estas prácticas se llevan a cabo desde el principio, el desarrollo de la enfermedad es muchísimo mejor", añade Fernández.
Aunque el acceso a fármacos está muy extendido en los países desarrollados, las intervenciones psicoterapéuticas son cada vez más caras. "Este tratamiento es fundamental para que el enfermo pueda recuperar sus facultades y reintegrarse en la sociedad", alega el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Jerónimo Sáiz. "El cómo trate un país a sus esquizofrénicos es un buen índice de desarrollo. En España estamos muy lejos de tener el dinero necesario para actuar como hace falta", concluye Fernández.
En la actualidad, los esfuerzos se centran tanto en cubrir la necesidad de apoyo psicológico que requieren los pacientes y sus familias, como en disociar las diferentes facetas de la enfermedad para crear medicamentos específicos. Los expertos buscan fármacos que puedan controlar los síntomas negativos de la enfermedad.
Mientras, el ciudadano anónimo, a la espera de un futuro mejor, concluye su relato: "Hay que avanzar en la problemática de la esquizofrenia. Profesionales y Administración conocen su quehacer, mientras que la familia sólo tiene su soledad."
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