Parece que el alto nivel de contaminación de algunas zonas, en especial por las térmicas de carbón, ha abierto los ojos del gobierno chino en la necesidad de invertir en renovables, como el proyecto anunciado de una planta solar fotovoltaica de 2.000 megavatios en Mongolia que será la mayor del mundo.
El gigante asiático pretende alcanzar en 2020, el 15% de su producción energética a base de energías renovables: eólica, biomasa, hidroeléctrica y solar. Los altos niveles de contaminación de la multitud de plantas térmicas de carbón obligan y son múltiples los incentivos puestos en marcha en proyectos renovables.
Algunos no exentos de polémica como el Three Gorges Dam Project, la mayor presa mundial que acogerá la mayor planta de energía jamás construida en el mundo con una potencia de 22,5 gigavatios.
Más modesto, aunque igual de importante será el proyecto de energía solar fotovoltaica presentada y que contará con una planta de 2.000 megavatios de potencia que será construida con tecnología de la compañía estadounidense First Solar.
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